Miles de personas de todo el mundo suelen asistir a las celebraciones en la ciudad bíblica de Belén, venerada por los cristianos como el lugar de nacimiento de Jesús.
Sin embargo, este año Belén se prepara para celebrar su segunda Navidad bajo la sombra de la guerra en Gaza, y casi no hay turistas.
Por segundo año consecutivo, las celebraciones navideñas de Belén serán sombrías y silenciosas, en deferencia a la guerra en curso en Gaza.
No habrá un árbol de Navidad gigante en la Plaza del Pesebre, ni estridentes bandas de música, ni luces públicas titilantes y muy pocas decoraciones o exhibiciones públicas.
Anton Salman, Alcalde de Belén, dijo:
“En estos días también estamos enviando nuestro mensaje de paz y esperanza al mundo, pero insistiendo en que el mundo debe trabajar para poner fin a nuestro sufrimiento como pueblo palestino.”
Un alto al fuego en Gaza, a pesar de las negociaciones, parece aún lejano, mientras Israel sigue atacando al grupo militante Hamás alrededor de la franja.
Pierbattista Pizzaballa, el patriarca latino de Jerusalén, que celebrará la misa de medianoche en Belén, trató de enviar un mensaje de esperanza para 2025.
"La oración es para levantar la mirada, para mirar hacia adelante, no hacia atrás. Queremos que el año que viene esté lleno de luz.”
Los peregrinos suelen acudir en masa a Belén.
Sin embargo, dado que la guerra en Gaza ha matado a más de 45.000 personas según las autoridades sanitarias palestinas, la población mayoritariamente palestina de Belén, en Cisjordania, también está de luto.
Fuente: VOA/Foto: EFE