Valencia, España.- La gran riada causada por las lluvias torrenciales de hace doce días en la provincia mediterránea española de Valencia arrastró entre cuatro y cinco millones de metros cúbicos de lodos, según el Ministerio de Transición Ecológica.
Un equipo del consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Instituto Geológico y Minero busca dónde depositar todo ese barro, probablemente en una cantera en desuso y de baja permeabilidad.
La inmensa mayoría del fango, señalan fuentes ministeriales, corresponde a arrastres de tierras agrícolas no contaminadas y material mezclado con enseres y automóviles, fácilmente clasificables.
Sin embargo, hay otros lodos (mezclados con aguas fecales o procedentes de vertidos industriales) que necesitarán tratamiento previo.
65 municipios siguen sin agua corriente potable
A consecuencia de la inundación devastadora, las redes del ciclo integral del agua de la provincia de Valencia presentan daños superiores de los 331 millones de euros (354 millones de dólares, según los primeros cálculos de las administraciones públicas y los operadores del sector, recopilados por el Ministerio de Transición Ecológica.
Las lluvias torrenciales y la posterior riada, que causaron al menos 214 muertes e innumerables daños materiales, según datos provisionales, dejaron sin suministro de agua a más de 600.000 personas de 78 municipios, una cantidad ahora reducida a poco más de 7.000 usuarios.
Sin embargo, en 60 municipios se mantiene la recomendación de hervir el agua antes del consumo y en otros cinco no es potable en ningún caso.
También hay problemas de alcantarillado en 34 localidades, especialmente en los colectores pequeños, muchos de ellos colmatados. Y 122 depuradoras de la provincia han sufrido daños de diversa consideración.
EFE/ doh