En los últimos años, la deuda pública de México ha experimentado un crecimiento acelerado, generando preocupación, alertó Alejandro Gómez Támez, experto en economía.
En entrevista para XEU Noticias, el analista señaló que la deuda del sector público que incluye al Gobierno Federal, empresas paraestatales como PEMEX y la Comisión de Electricidad, ya alcanza los 17.53 billones de pesos, una cantidad que representa más de la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Gómez Támez explica que “son todos estos créditos que contrata el sector gubernamental, por instituciones nacionales o extranjeras, a cualquiera que tenga bonos emitidos por el sector público”.
Desde 2018, cuando la deuda era de 10.55 billones, el incremento ha sido de aproximadamente 7 billones en solo siete años, lo cual evidencia un crecimiento preocupante.
¿En qué se ha utilizado este dinero?
"Desafortunadamente no se ha invertido en obras de infraestructura ni ha servido para aumentar la competitividad o productividad del país”, dijo.
Además, una parte significativa del endeudamiento se destina a pagar intereses y a cubrir las pensiones. Solo en 2024, las pensiones y apoyos sociales representan alrededor de 2.2 billones de pesos, mientras que la inversión en obra pública no supera los 500 mil millones de pesos.
El costo financiero de la deuda también es alarmante. Gómez Támez indica que “el costo de intereses para este año será de aproximadamente 1.4 billones de pesos, lo que equivale a unos 3,500 millones de pesos diarios”. Esto significa que, en promedio, el país gasta esa cantidad solo en intereses, en lugar de destinar recursos a salud, educación o infraestructura.
En cuanto a si esta deuda es heredada, el experto aclara que “parte de ella sí, pero en 2018, al cierre del gobierno de Enrique Peña Nieto, la deuda era de 10.55 billones. Para 2024, ya estamos en 17.43 billones, lo que indica que el actual gobierno, encabezado por López Obrador, ha aumentado la deuda en casi 7 billones de pesos”.
Además, en 2023 y 2024, México se ha endeudado en más de 3 billones de pesos, lo que evidencia que la tendencia continúa al alza.
El riesgo de seguir creciendo en deuda tiene consecuencias grave, pues “si las calificadoras de riesgo como Moody’s, Standard & Poor’s o Fitch bajan la calificación de la deuda mexicana, los intereses subirán y podría haber una salida de capitales”, señaló Gómez Támez.
Esto, a su vez, dijo, podría generar un círculo vicioso donde pagar intereses se vuelve cada vez más difícil, afectando la estabilidad económica del país.
El experto sugiere que “es necesario poner orden en el crecimiento de las pensiones y en el gasto público, además de aumentar la recaudación fiscal, especialmente de quienes actualmente no pagan impuestos”.
También señala que “los proyectos de inversión como el Tren Maya, que no son autofinanciables, han contribuido a la carga de la deuda, generando pérdidas que deben ser cubiertas con recursos públicos”.
