La agencia calificadora Moody’s consideró que una dinámica de imposición de aranceles entre México y Estados Unidos, como algunos denominan ojo por ojo, podría presionar y afectar el perfil crediticio del primer país.
Un reporte de Moody’s indica que “esta dinámica complicaría los esfuerzos de México para reducir el déficit fiscal y agregaría presión sobre el perfil crediticio soberano”.
El reporte añade que la imposición de aranceles también conduciría a la depreciación del peso, con un efecto de transmisión a la inflación en México, lo que limitaría el margen para reducir las tasas de interés de los créditos de cualquier tipo en el país.
Moody’s estima que una dinámica de este tipo por represalias interrumpiría un intercambio comercial entre México y Estados Unidos que vale alrededor de 740 mil millones de dólares.
Detalla que “hasta 2023 las exportaciones de México a Estados Unidos representan alrededor de 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México y las exportaciones de Estados Unidos a México pesan 1.2 por ciento del PIB de la Unión Americana”.
Ante ello, señaló que para México, los efectos a corto plazo de los aranceles serían de amplio alcance, tanto a nivel macroeconómico como sectorial, dado que más de 80 por ciento de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos.
La agencia calificadora indica que “el efecto de cualquier arancel y sus represalias se extendería a las cifras del comercio directo entre ambos países debido a los insumos intermedios para el ensamblaje y el procesamiento, que se transmiten de un lado a otro dentro de las industrias manufactureras, automotrices y tecnológicas de ambos países”.
Señala que, en cuanto a los efectos sectoriales en ambos países serían significativos, pero variados.
Moody’s explicó que serían más pronunciados en sectores estratégicos clave, como automotriz, tecnología y manufactura, mientras que serían menos pronunciados en el comercio minorista, que tiene un enfoque más de economía interna.
La agencia calificadora abundó que un peso más débil podría beneficiar al sector turístico de México, haciéndolo más atractivo para los turistas estadounidenses, que representaron cerca de 69 por ciento de los ingresos por turismo internacional en el país en 2023.
Resalta que, “sin embargo, es poco probable que esto compense el efecto negativo en los otros sectores”.
Por otra parte, Estados Unidos depende en gran medida de los productos intermedios y de capital de México, que representan más de 70 por ciento de las importaciones totales de su nación.
También, con las tensiones recientes entre Estados Unidos y China que están reconfigurando el comercio global, benefician a México como un país proveedor y aumentan la dependencia de Estados Unidos a este mercado.
Fuente: Milenio / Foto: Archivo / JAC
