La refinería Deer Park, que compró Petróleos Mexicanos (Pemex) en el actual gobierno, ubicada en Texas, solicitó una deuda por 230 millones de dólares en el primer semestre del 2024, con una disminución de 0.7% anual en producción de petrolíferos, con 301 mil barriles diarios, entre los que se encuentran gasolinas, diésel, turbosina, gas licuado de petróleo, entre otros.
Adquirió dicha deuda en el primer semestre de 2024, de acuerdo con los informes financieros de Pemex y apenas en la conferencia de prensa del primer trimestre de 2024, Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, presumió’ durante la conferencia ante inversionistas que la refinería de Deer Park se encontraba operando sin un solo peso de deuda financiera.
La refinería texana cerró 2022 y 2023 sin necesidad de adquirir deuda, sin embargo, en los cinco años previos a que Pemex operara la planta en su totalidad, Deer Park había necesitado deuda para operar.
Así aumentó la deuda de Deer Park:
*2017 cerró en 539 millones de dólares
*2018 en 493 millones de dólares
*2019 la deuda se duplicó a 909 millones de dólares
*2020 aumentó a mil 133 millones de dólares.
*2021, un año antes de que Pemex adquiriera la totalidad de la refinería, en mil 499 millones de dólares
Oropeza informó que cuando Pemex adquirió el 50.005% de la participación que tenía la petrolera británica Shell en la refinería, había una deuda de 980 millones de dólares que se pagaría con reservas del gobierno.
El Financiero/ doh
