Luego del rescate de 11 jóvenes guatemaltecos que se extraviaron en la zona del Pico de Orizaba debido a la neblina y a que no contaban con guía, José Luis Estrada, jefe operativo nacional de Socorro Alpino, llamó a reforzar las medidas de seguridad antes de cualquier ascenso, incluso en rutas consideradas de media montaña.
En entrevista para XEU, Estrada explicó que, aunque en esta ocasión no hubo riesgo inminente para los senderistas, el extravío ocurrió por una causa común: la pérdida de la ruta en condiciones de baja visibilidad. Por ello, insistió en que la montaña “no es un juego” y que debe asumirse con responsabilidad.
El especialista recomendó que quienes visiten el Pico de Orizaba o cualquier otra montaña lleven, como mínimo:
Botas adecuadas
Ropa térmica y de abrigo
Impermeable
Acompañamiento de alguien que conozca la zona
Aunque existen guías profesionales, Estrada señaló que en muchos casos el montañismo se practica entre personas con experiencia compartida; lo importante, dijo, es no acudir solos y asegurarse de que alguien del grupo conozca bien las rutas.
Entre los peligros más frecuentes en la montaña mencionó:
Hipotermia
Pérdida de la ruta
Rayos
Derrumbes, especialmente al tomar caminos no adecuados
Sobre el llamado “mal de montaña”, Estrada aclaró que no puede evitarse por completo, pero sí disminuirse con una aclimatación progresiva, subiendo de forma gradual y acostumbrando al cuerpo a altitudes mayores a 3,000 metros. Los síntomas suelen aparecer entre los 3,500 y 4,500 metros, dependiendo de la persona.
Los signos de alerta para suspender el ascenso y descender de inmediato son:
Dolor de cabeza
Náuseas o vómito
Sensación de pulsaciones en la vista
“Cuando sucede eso, lo mejor es descender. No hay de otra”, enfatizó.
Reiteró que lo fundamental es escuchar al cuerpo y actuar con prudencia: “Es un deporte hermoso, pero con mucho riesgo”.