Tilly Norwood, actriz generada por IA, genera debate en Hollywood

Imagen Tilly Norwood, actriz generada por IA, genera debate en Hollywood

Por: Daniella Ovalle

La aparición de Tilly Norwood, una "actriz" generada al completo por inteligencia artificial (IA), ha desatado la rabia de actores y sindicatos de Hollywood; los expertos advierten de un debate ético inevitable para la industria, pero también del peligro económico que puede implicar "meter la cabeza en la arena" para ignorar a la vanguardista tecnología.

Este personaje digital es una representación hiperrealista de una atractiva joven británica con pelo largo, una sonrisa amigable y unos ojos que varían entre marrones y verdes dependiendo del clip.

Por el momento, Norwood -que fue creada este año por Xicoia, la división de IA de la productora Particle6 Group- solo ha "actuado" en vídeos de menos de 30 segundos. No obstante, la polémica surgió cuando se anunció en el Festival de Cine de Zúrich que Norwood estaba a punto de ser fichada por una agencia de talentos.

 Norwood, acusada de "robar" el trabajo a los actores

 El sindicato de actores SAG-AFTRA emitió un duro comunicado asegurando que "la creatividad debe permanecer centrada en el ser humano" y oponiéndose a la "sustitución de intérpretes humanos por sintéticos".

"Tilly Norwood no es una actriz, es un personaje generado por un programa informático que se entrenó con el trabajo de innumerables intérpretes profesionales, sin permiso ni compensación", anota el gremio en un comunicado enviado a EFE, en el que destaca que esta nueva tecnología usa "actuaciones robadas para dejar a los actores sin trabajo".

SAG-AFTRA, además, advirtió a los productores de que no pueden usar estos "artistas sintéticos" sin cumplir con las obligaciones contractuales de "notificación y negociación".

La noticia de que Tilly buscaba agentes también generó rechazo entre los actores de carne y hueso. La actriz y autora Mara Wilson, conocida por su papel en 'Matilda' (1996), señaló que el personaje de "Tilly Norwood" era una extrapolación de cientos de otras actrices y que sería más lógico contratar a una de ellas.

Por su parte, la creadora del personaje digital, la  actriz y productora Eline Van der Velden, defendió su proyecto en Instagram como "una obra creativa" y "no un sustituto de un ser humano". En este sentido, Van der Velden comparó la IA con "un nuevo pincel", similar a "la animación".

 Ignorar la IA es "meter la cabeza en la arena"

 Todd Bryant, profesor del programa de diseño y medios integrados de la Tandon School of Engineering de la Universidad de Nueva York, explica a EFE que el principal problema es el ético, ya que en casos como el de Norwood se desconoce de dónde viene el entrenamiento de la IA.

No obstante, Bryant matiza que si los actores "eligen ser parte de este proceso", la situación es "muy similar a técnicas como la de 'motion capture' (captura de movimiento)", donde un intérprete sabe que será representado por una forma diferente.

A día de hoy ya existen diversas empresas que ofrecen crear dobles digitales a los actores, un proceso de escaneo que dura unas tres horas. Luego, este avatar puede "trabajar".

El experto señala que "ignorar" estas vanguardistas herramientas es "meter la cabeza en la arena" y "no es constructivo", ya que a las empresas que den la espalda a la IA les podría pasar lo mismo que le ocurrió a Kodak, que fracasó tras ignorar la fotografía digital.

Bryant sugiere que la IA podría "aumentar el pastel" para la industria del entretenimiento, creando nuevos medios y formatos, de forma similar a cómo la realidad virtual (VR) no reemplazó al cine, sino que se convirtió en su propio medio.

A pesar del avance, el experto subraya que la tecnología actual tiene límites claros y duda que los personajes de IA "puedan tener química con otros actores" o "transmitir una emoción" convincente.

Señalando así el fenómeno del 'uncanny valley' (valle inquietante), hipótesis que afirma que cuando las réplicas antropomórficas se acercan en exceso a la apariencia y comportamiento de un ser humano real causan una respuesta de rechazo entre los observadores humanos.

EFE/ doh

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