Reyna López Soberano, paciente con un padecimiento renal, acudió a XEU Noticias para denunciar el desabasto de medicamento especializado que requiere para su tratamiento y la mala atención que asegura recibir en la Clínica 57 del IMSS.
La afectada señaló que el problema persiste desde hace meses, pues cada vez que acude a su cita médica y pasa a la farmacia, le informan que no tienen disponible Tolterodina, el fármaco que necesita de manera continua.
De acuerdo con su testimonio, el personal de la clínica le indica que debe ingresar a una página especial para solicitar el medicamento, situación que considera injusta y fuera de lugar.
"¿Para qué existe la farmacia entonces? Para que ahí me den el medicamento. No tengo por qué andar pidiendo limosna aquí y allá", expresó.
López Soberano también denunció que ningún responsable de la unidad ha querido atender su caso.
Asegura que el contador no da la cara y que la nueva directora, Lucía Soto, mantiene una actitud distante hacia los pacientes.
"La directora es una persona de muy mal carácter, no atiende, solo manda a sus trabajadores. Cuando era coordinadora tampoco daba la cara a los pacientes que la buscaban", afirmó.
Ante la falta del medicamento en la institución, la mujer se ve obligada a comprarlo con sus propios recursos, con un costo que oscila entre 400 y 500 pesos por caja, gasto que se suma a las dificultades propias de su enfermedad renal.
Reyna López Soberano pidió la intervención del director general del IMSS, Zoé Robledo, para que revise el funcionamiento de la Clínica 57 y el trato que reciben los derechohabientes.
"Para que vea la clase de trabajadores que tiene en su unidad. No tienen humildad. Atienden a uno como si fuera a pedir limosna", denunció.
La paciente insistió en que solo pide que el Instituto cumpla con su obligación de entregar el medicamento que requiere para su tratamiento y brindar un trato digno a quienes acuden en busca de atención médica.
mb