Perdí a mi familia: el relato de un miembro de Alcohólicos Anónimos en Veracruz

Imagen Perdí a mi familia: el relato de un miembro de Alcohólicos Anónimos en Veracruz

Por: Inés Tabal
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Hace 16 años Carlos (nombre ficticio para proteger su anonimato) se unió a Alcohólicos Anónimos, desde entonces se ha mantenido en abstinencia.

Fue a los 19 años que comenzó a tomar, solo para convivir, pero nunca pensó que la enfermedad le quitaría a su familia y su vida social.

“Principalmente en la vida social y familiar, lo más fuerte en la familia. En el trabajo como que de alguna manera se veía normal, porque la gran mayoría toma. Yo empezaba conviviendo y ya me iba a buscar a otra parte. En el momento en que los problemas me rebasaron, perdí el control en esa situación y perdí a mi familia, también por consecuencias del alcohol”, comentó.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 15 de noviembre como el “Día Mundial sin Alcohol” con el objetivo principal de fomentar la responsabilidad de las personas, sobre todo de las y los adolescentes y jóvenes, para controlar el consumo de esta sustancia y hacerlos conscientes de las consecuencias.

Carlos acudió al grupo en agosto del 2009, señala que al inicio se encontraba en negación, pues creía que podía dejar de tomar alcohol cuando él decidiera.

“Para mí antes era normal, no sabía que tenía un problema de alcoholismo y sé también a través de estar en alcohólicos anónimos que es una enfermedad del alcoholismo. Ya está diagnosticada por la Organización Mundial de la Salud como tal. Entonces, dicen que es progresiva, que es incurable, inmortal por sus consecuencias. Entonces, eso lo ignoraba. Para mí antes era solo como mucho lo manejamos. Es un vicio y pensé que era fácil de dejar de beber así”, cuenta.

No obstante, los problemas con el alcohol comenzaron a agudizarse, pues ya no solo era un día que consumía, sino fines de semana completos.

Aunque intentó probar otros métodos para dejar el alcohol, no le funcionaron, por lo que en el 2009 tomó la decisión de acudir al grupo de Alcohólicos Anónimos.

“Tuve la oportunidad de llegar a esta hermosa comunidad que es Alcohólicos Anónimos, una fraternidad que me abre las puertas en agosto de 2009 y me lleva a una persona por ahí me invita más que nada, a asistir a un grupo de Alcohólicos Anónimos. Él se da cuenta, de mi situación, de mi problemática, que ya no estaba tomando de manera normal”, dijo.

Actualmente, Carlos apoya a nuevos miembros que deciden, como él, dejar el alcohol en Veracruz.

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