A pocos días de que se defina el rumbo del Segundo Distrito Judicial Electoral, el candidato a Magistrado, Marco Polo Barragán Orellán concluyó su campaña con entusiasmo, con la convicción intacta y, sobre todo, con el respaldo auténtico de la ciudadanía que lo ha acompañado paso a paso en este recorrido por todo el territorio.
No hubo municipio sin visitar, ni voz que no se escuchara. Marco Polo no construyó esta campaña desde una oficina; la forjó caminando, hombro a hombro con las personas, hablando con franqueza, mirando de frente y con la humildad de quien sabe que el verdadero poder nace del pueblo.
Cabe señalar que el recorrido del candidato no fue político, sino de compromiso. A donde fue, llevó un mensaje de justicia, orden y vocación de servicio. Como candidato a Magistrado en Materia Administrativa, dejó claro que no sólo conoce el marco legal, sino que entiende cómo se debe aplicar con ética, sensibilidad y eficacia. Porque la justicia administrativa no es fría ni distante: toca la vida de miles de personas, y por eso debe estar en manos de alguien que conozca su rostro humano.
Marco Polo representa esa mirada distinta. Su amor por Veracruz no es de discurso; es de territorio, de raíces, de historia compartida. Por eso no improvisa, no simula. Sabe lo que duele, lo que urge y lo que puede transformarse desde un tribunal con criterio, valores y compromiso social.
Durante esta campaña no ofreció promesas, ofreció presencia. Y la cumplió. Cada conversación, cada jornada bajo el sol, cada encuentro fue una reafirmación de su vocación por servir.
Hoy, al cierre de este camino, Marco Polo Barragán Orellán no sólo se perfila como la opción más fuerte para ser Magistrado en Materia Administrativa: se perfila como el rostro de una nueva forma de impartir justicia, con cercanía, integridad y amor por la gente.
Este 1° de junio, Veracruz tiene la oportunidad de elegir no solo a un jurista preparado, sino a un ser humano que ha demostrado que cuando se escucha al pueblo, la justicia deja de ser un ideal lejano… y se vuelve una realidad posible.