Unos días antes de la Candelaria, celebración que evoca la Presentación de Jesús en el Templo, la Purificación de la Virgen después del parto y la Virgen de la Candelaria, algunas personas buscan la vestimenta para sus niños Dios.
Tal es el caso de Catalina Martínez, una mujer madre de familia que desde hace unos años en estas fechas ocupa su tiempo para buscar la vestimenta adecuada que le colocará a la figura de cerámica que carga consigo.
En entrevista indica que desafortunadamente los católicos solo se interesan en los rituales religiosos cuando hay alguna fiesta representativa y no investigan el origen o el significado de sus celebraciones.
"¿Por qué los evangélicos sí saben, sí investigan, leen la biblia y nosotros no? ¿Por qué no sabemos defendernos? Mucha gente católica se vuelve evangelista porque les endulzan el oído, no aprende uno a defender su fe", subrayó.
A su consideración es muy importante realizar el proceso de vestir al niño Dios, sostener sus creencias e inculcárselas a su familia con el ejemplo.
Hoy que acudió a un costado de la Iglesia del Cristo del Buen Viaje en la zona centro de la ciudad de Veracruz a comprar los accesorios como el ropón, los zapatos y la vela, indicó que invierte poco más de 250 pesos cada año en la vestimenta.
"A lo mejor para gente de escasos recursos sea más difícil, pero si tienes amor y fe, si llevas a tu niño así como lo tengas te lo bendicen, al principio yo llevaba a mi niño así como lo compra uno y aún así los padres nunca me hicieron ninguna distinción".
Por su parte Angélica Mange una joven que acompañó a su mamá a comprar la ropa del niño Jesús, indicó que en su vida cotidiana está rodeada de simbolismos religiosos y aunque no conoce a fondo el tema, respeta y valora todo el proceso.
A sus 24 años piensa continuar con la tradición religiosa: es algo que me inculcaron desde niña, es bonito para mí porque tengo fe, es importante para mi mamá, para mi abuela, para mi familia y es importante para mí".
