Hace más de 40 años era común en las costas de México, en el Golfo de México y el Caribe, pero poco a poco se han ido acabando los ejemplares de pez sierra, señaló el biólogo, Ramón Bonfil, investigador del Colegio de la Frontera Sur, Unidad Chetumal.
A veces los pescaban, se los comían, usaban aceite del hígado, incluso, el pico o espada aplanada con dientes grandes que parece un serrucho o sierra, qué no son dientes son escamas, los vendían a turistas.
Se fueron acabando, eran fáciles de capturar, además de la destrucción del hábitat influyó en su desaparición.
Los pescadores jóvenes jamás han visto alguno en la vida natural, lamentó el biólogo en este Día Internacional del Pez Sierra, dedicado a hacer conciencia sobre la importancia de su conservación.
El biólogo ha pasado los últimos 8 años buscándolos en costas de Veracruz, Campeche, Quintana Roo, Oaxaca con drones, artes de pesca como redes y anzuelos, así como el ADN ambiental, con muestras de agua, que se analiza en algún laboratorio de genética.
Con exámenes de ADN, han detectado que todavía hay algunos ejemplares en Campeche y Quintana Roo, mientras que ya no han sido avistados en Veracruz, Chiapas ni en Oaxaca.
El único ejemplar que existe es uno que fue localizado en Cazones, el cual está en la pecera arrecifal de Veracruz, el cual ronda los 8 años de vida, es una hembra que está en excelentes condiciones y que puede ser apreciada.
Para más información y para poder contactar a los expertos biólogos, pueden comunicarse en la página de Facebook Proyecto Pristis México.