Con los trabajos que se realizan para construir la denominada Plaza Heroísmo Veracruzano, a un costado del malecón de Veracruz, había quedado al descubierto una parte de la muralla que rodeaba a la antigua ciudad.
A través de las redes sociales fueron publicadas fotografías en donde se observan a trabajadores limpiando esa parte de piedra del lado de Landero y Coss que se ha conservado a través del tiempo.
Este martes desde una vista aérea que hizo XEU ya no es posible apreciar a simple vista esa parte en donde todavía hay trabajadores adecuando el sitio para poder avanzar con el proyecto encabezado por la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona).
El área ha sido cubierta rigurosamente para que desde la calle no pueda observarse hacia el interior; arriba hay una lona que también cubre una porción del perímetro, sin embargo, todavía existe un espacio desde donde se pueden ver las laboras que ahí se llevan a cabo.
Se sabe que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya conocía desde hace tiempo de esa fracción de la antigua muralla, pero hasta el momento no hay certeza sobre su futuro; si será cubierta o quedará al aire libre para que pueda ser visitada por la población.
Esa estructura comenzó a construirse en mayo de 1683 después de los ataques de piratas, específicamente del de Laurent de Graff, un filibustero neerlandés, también conocido como Lorencillo por su baja estatura.
Hasta el momento de su conclusión la muralla tenía una longitud de 2.5 kilómetros, una altura de 3.34 metros y un espesor de 84 centímetros aproximadamente.
Estaba construida de mampostería, cal y canto; poseía numerosas aberturas verticales llamadas "aspilleras" (aberturas verticales, estrechas y profundas, habilitadas en algunos muros o murallas defensivas, así como en las torres de los castillos) desde donde los soldados podían disparar sus fusiles.
En los primeros años del México independiente seguía funcionando como una protección para la ciudad, sin embargo, a partir de 1873 con la llegada del ferrocarril hubo la necesidad de abrir una parte de ella para que pudiera entrar al Puerto.
Fueron el alcalde Domingo Bureau y los regidores Francisco Canal y José González Pagés quienes visitaron al presidente Porfirio Díaz para solicitarle la demolición de la muralla porque era administraba la Secretaría de Guerra y Marina.
El permiso fue concedido y el 14 de julio de 1880 a las 4:00 de la tarde el Ayuntamiento de Veracruz hace una ceremonia solemne encabezada por el cuerpo edilicio, comerciantes y habitantes acompañados de la Banda de Música Municipal, para comenzar a derribarla.
En la actualidad se conocen algunos vestigios principalmente en lo que conectaba con la antigua puerta de mar, que después se convirtió en la Aduana Marítima y que hoy es la sede de la Región Naval.
