Un posible robo de identidad o mal uso de datos personales para una "empresa fantasma", es lo que está padeciendo Esperanza Beatriz Lannoy, una mujer de la tercera edad que hasta el año pasado vivía de forma tranquila y dedicada a la palabra de Dios.
En entrevista con XEU narra que en septiembre del 2022 salió a comprar pollo para hacer la comida, acudió al cajero para retirar dinero de la pensión que recibe mensualmente por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), tras haber trabajado gran parte de su vida.
Desagradable sorpresa se llevó cuando no pudo retirar el efectivo y peor aún: los más de 52 mil pesos que tenía como parte de sus ahorros ya no aparecían disponibles.
Ante esa situación solicitó una explicación al banco (BBVA) quien de forma inmediata no pudo responder cuál era la problemática de la tarjetahabiente.
Tuvo que acudir a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) para pedir apoyo y fue en octubre pasado que obtuvo una respuesta del banco en donde se le notifica formalmente que el bloqueo de la cuenta fue a solicitud del IMSS.
"Lo anterior debido a que bloqueo, así como el cargo, fueron instruidos por el 'INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL (IMSS) CDMX SD STA ANITA' con expediente (detalla el número)", se lee en el documento expedido por BBVA.
Conociendo esos datos acudió al IMSS para pedir una explicación; la remitieron a la subdelegación de Santa Anita en la Ciudad de México; allá pasó por varias áreas sin éxito alguno; luego la enviaron a Xalapa.
En la capital del estado le dijeron que le darían una cita de nuevo para la Ciudad de México a donde regresó sin conocer el origen de la problemática.
Ante la negativa del Seguro se acercó al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) quien por medio de una solicitud requirió al IMSS una respuesta.
Hace unos días recibió la visita de una trabajadora del Instituto quien le notificó que el bloqueo de su cuenta se debe a que está registrada como empresaria de una inmobiliaria y tiene trabajando a una persona y no ha cumplido con las cuotas patronales.
En el 2016 Esperanza Beatriz Lannoy se pensionó y desde entonces no ha realizado actividades comerciales o empresariales, se ha enfocado en la religión católica y desconoce quién la dio de alta, desde cuándo y por qué, pues el IMSS se sigue resistiendo a brindar mayor información.
La afectada reprocha el mal trato que ha recibido por parte del Seguro Social, la falta de empatía y eficacia para conocer más información. Ahora el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral ha tenido que intervenir para clarificar el asunto.
Mientras tanto, la mujer de 67 años de edad con residencia en el municipio de Veracruz no puede acceder a la pensión, ha tenido la necesidad de endeudarse para sobrevivir y solventar los gastos que le representa la problemática legal en la que está sumergida, sin saber de dónde viene y qué va a pasar.