El análisis de datos de más de 2 millones personas que recibieron tratamientos para la diabetes basado en la hormona (GLP-1), muy efectivos también para la obesidad, ha mostrado impactos beneficiosos frente a la demencia o las adicciones, pero potencialmente perjudiciales para el riñón o el páncreas.
Las conclusiones del estudio aparecen recogidas este lunes en la revista Nature Medicine y se han elaborado a partir de datos estadísticos de pacientes, concretamente de veteranos de guerra estadounidenses, entre el 1 de octubre de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2023. Se tata por tanto de un estudio observacional.
Los fármacos basados en el receptor del péptido-1 (GLP-1) se han demostrado extremadamente eficaces para combatir tanto la diabetes como la obesidad, ya que frenan el apetito y ralentizan la digestión, creando una sensación de saciedad más duradera. Algunas de las marcas más populares que las comercializan son Ozempic, Wegovy, Mounjaro o Zepbound.
Para el estudio, los investigadores analizaron historiales médicos no identificados de una base de datos de más de dos millones de veteranos estadounidenses, que toman medicamentos basados en el GLP-1 para la diabetes, fijándose en 175 parámetros de salud durante más de cinco años. Entre los pacientes había personas de diversas edades, razas y sexos, afirman los autores.
Los resultados muestran que los fármacos basados en la hormona GLP-1 pueden tener beneficios significativos para la salud neurológica y conductual, con menores riesgos de convulsiones y adicción a sustancias como el alcohol, el cannabis, los estimulantes y los opioides.
Las personas que tomaban estos fármacos también experimentaron un menor riesgo de ideación suicida, autolesiones, bulimia y trastornos psicóticos como la esquizofrenia.
Los hallazgos evidencian, además, un menor riesgo de trastornos neurocognitivos como el alzhéimer y la demencia en los pacientes que toman esta medicación.
“Los fármacos basados en el GLP-1 actúan sobre receptores que se expresan en áreas cerebrales implicadas en el control de los impulsos, la recompensa y la adicción, lo que explicaría su eficacia para frenar el apetito y los trastornos adictivos”, señala uno de los autores, Ziyad Al-Aly, director del Centro de Epidemiología Clínica de la universidad de Washington en San Luis, Misuri.
“Esta medicación lleva a cabo dos cosas positivas para mejorar la salud cerebral: la reducción de la inflamación en el cerebro y la pérdida de peso. Eso explicaría, en parte, el menor riesgo de afecciones como la enfermedad de Alzheimer y la demencia”, añade el investigador.
La reducción del riesgo de trastornos neurocognitivos en quienes toman esta medicación es entre un 10 y un 20 por ciento, dependiendo de la enfermedad, respecto a quienes no toman estos fármacos.
“El modesto efecto no niega el valor potencial de estos tratamientos, especialmente para afecciones en las que existen pocas opciones de tratamiento eficaces, como la demencia. Combinados con otras intervenciones puede tener un efecto aún más beneficioso”, añade Al-Aly.
El estudio confirma los resultados de investigaciones anteriores que apuntaron el potencial de los fármacos basados en GLP-1 para reducir el riesgo de infarto de miocardio, ictus y otros problemas cardiovasculares.
Por el contrario, el análisis estadístico ha indicado que entre los posibles inconvenientes de estos medicamentos están, de forma frecuente, los problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos, y diarrea.
“Pero lo novedoso son las posibles formas en que los fármacos GLP-1RA pueden afectar negativamente al páncreas y los riñones. Aunque estos efectos adversos son infrecuentes, pueden ser muy graves; los médicos deben estar atentos a los signos de pancreatitis y vigilar la función renal”, subraya Al-Aly.
Stephen O'Rahilly, experto en investigación metabólica de la universidad de Cambridge (Reino Unido), incide, no obstante, en que "estudios como este deben interpretarse con mucha cautela, ya que las personas estudiadas no han sido asignadas aleatoriamente al tratamiento con agonistas del receptor GLP-1, por lo que cualquier diferencia entre quienes toman y no toman esta clase de medicamentos podría ser atribuible a factores distintos al fármaco.
De hecho, el fármaco Ozempic demostró efectos positivos en la enfermedad renal crónica sumada a la obesidad, según un ensayo preliminar con 101 personas cuyos resultados recogió otro estudio de Nature Medicine el pasado mes de octubre.