En México, el sobrepeso y la obesidad afectan a más del 75 por ciento de las personas adultas y al 35.6 por ciento de la población infantil, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018-2019. Estas cifras han llevado a que nuestro país se ubique en primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil y el segundo en adultos, superado solamente por Estados Unidos.
Esta enfermedad es considerada un problema de salud pública, la cual ha adquirido las proporciones de una epidemia.
De acuerdo con la OMS, 800 millones de personas en el mundo viven con obesidad. Se estima que para el 2030, se alcancen 250 millones de casos, debido al incremento en la obesidad infantil.
Causas
Este padecimiento se origina debido a que existe un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas, es decir, la persona consume alimentos y bebidas con alto contenido energético y no realiza suficiente actividad física.
El sedentarismo, sumado a los patrones alimenticios poco saludables, a una cantidad insuficiente de sueño y altos niveles de estrés son factores que pueden incrementar el riesgo de tener obesidad.
No obstante, estas no son las únicas causas que generan obesidad. Existen algunos síndromes genéticos como el Síndrome de Cohen o de Alström y trastornos endocrinos como el Hipotiroidismo, Síndrome de Cushing o tumores, por mencionar algunos.
Además, existen agentes dentro del entorno que también pueden aumentar el riesgo, por ejemplo el factor social de relacionarse en un ambiente poco saludable o seguro, así como el fácil acceso a comidas con exceso de sustancias poco benéficas.
El indicador utilizado para medir la acumulación de grasa en el cuerpo, de acuerdo a la relación entre la talla y el peso, es el Índice de Masa Corporal (IMC). Se considera que un IMC superior a 25 es sobrepeso, y por encima de 30, obesidad.
Prevención
La obesidad es prevenible y reversible. Para llevar un estilo de vida saludable es esencial modificar algunos hábitos y perseverar en ellos. Algunos de estos son:
Si una persona no modifica su estilo de vida, este problema de salud pública puede ocasionar otras comorbilidades o enfermedades crónicas, tales como diabetes, hipertensión, padecimientos cardiovasculares, nefropatías y hasta cáncer.
Según la Ensanut, la diabetes mellitus se incrementó de 9.2 por ciento en 2012 a 10.3 por ciento en 2018, y la hipertensión arterial pasó de 16.6 por ciento en 2012 a 18.4 en 2018.
El Día Mundial contra la Obesidad se conmemora anualmente, cada 4 de marzo. Fue establecido por la Federación Mundial de la Obesidad en colaboración con sus miembros mundiales. Este año la frase de la campaña es “Todos necesitan actuar”.
Esta efeméride tiene el objetivo de aumentar la concientización sobre este padecimiento, aumentar el conocimiento de la enfermedad, luchar contra el estigma del peso y fomentar acciones de prevención y promoción de la salud que generen un incremento de hábitos saludables en la población.