El especialista en Microbiología del Hospital Zendal de Madrid, Pablo Barreiro, que es profesor de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), avala la teoría de que los casos de hepatitis grave aguda reportados en los últimos días es un efecto perverso del virus del COVID-19.
Apoya la teoría de que se trata de un adenovirus unido a un efecto perverso del COVID-19 que habría provocado a niños inmunodeprimidos por el aislamiento por dos años de pandemia, al asegurar que ello ha limitado sus defensas y los expone al patógeno.
Opina que coincide el que los casos han surgido poco a poco en los países en los que se empezaban a levantar las restricciones impuestas por el COVID-19.
En tanto que el asesor para la prevención y el control de las hepatitis virales en la Organización Panamericana de la Salud, doctor Leandro Soares Sereno, destacó que hasta el momento, pruebas de laboratorio excluyen que sean casos de hepatitis virales conocidas.
Subraya que la mayoría de los niños afectados no recibió la vacuna contra la COVID-19 y por ahora se descarta que los casos estén relacionados con la vacunación.
Y es que destaca que en algunos casos se detectó la presencia del virus del COVID-19, pero esta es una línea de investigación además de otras, como la del adenovirus.
Fuente:ElHeraldodeMéxico/foto:Twitter/doh
