Coacoatzintla, Ver.- ¿Se imaginan unas pinturas rupestres ubicadas a 15 metros de altura sobre un cerro, rodeadas de un bosque de niebla exuberante, con los restos del lecho de un río que aunque en la actualidad no tiene agua, hace miles de años se elevaba a diez metros de altura?
Pues este paraje especial se encuentra a escasos 30 minutos de Xalapa, en la comunidad de Chapultepec, en el municipio de Coacoatzintla, sobre la carretera Xalapa-Naolinco, en medio de un espectacular bosque de niebla, y habitado por personas pacíficas, dedicadas a la producción de leche.
Este viaje lo emprendemos acompañados del biólogo Cuper Dorantes Ceballos, con quien arribamos a la cabecera municipal y nos detenemos en la plaza principal, donde destaca la iglesia, y un espectacular paisaje de cerros de color verde intenso, cubiertos por nubes que parecen estar al alcance de la mano.
De allí partimos a la comunidad de Chapultepec, que en el pasado fue cabecera municipal: “Este es el paisaje típico de la región de Coacoatzintla, entre valles y cerros, la zona volcánica que incluso hace que haya arriba haya un volcán, con un cráter bien definido, no tanto como Volcancillo”.
Nuestro guía destaca que este municipio es ideal para gozar de la paz y la tranquilidad, en donde insistimos, el bosque de niebla domina con su convergencia de colores, más viva y más rica que el bosque de coníferas.
Y aunque en este recorrido nos sorprendió la lluvia, caminando entre campos de pastoreo de vacas, finalmente llegamos a las pinturas rupestres del “Rincón del venado”, llamadas así porque es un venado el que alcanza a distinguirse en la impresión guardada en la piedra a través del tiempo.
Cabe destacar que a diferencia de otras pinturas ubicadas en el interior de cuevas, estas se ubican a 15 metros de altura sobre un cerro, por lo que surge la pregunta de quién las hizo y a tan gran altura.
“La teoría más certera que hemos platicado con amigos, es que este lecho de río hace miles de años estaba diez metros más arriba, y por la erosión hídrica el lecho del río fue bajando, y las pinturas quedaron expuestas hasta los diez metros de altura”.
Otro punto que es necesario destacar es que las pinturas rupestres en Veracruz están relacionadas siempre a la cercanía de una cueva, que era donde vivían quienes las plasmaron
“Cuando llegamos me puse a buscar entre las rocas una oquedad o caverna, donde podrían haber vivido los moradores, y precisamente a la derecha de las pinturas, un arbusto oculta una pequeña caverna”.
Imagínense la maravilla de tener el privilegio de observar los trazos realizados hace varios miles de años por hombres y mujeres que ya no existen, con la compañía de una lluvia primaveral, que pareciera bajar de los cerros la neblina que nos cubrió.
Y es así como de vuelta a la comunidad de Chapultepec, y desde la iglesia en ruinas que destaca en esta población, como llega al final una aventura más de un Veracruz no explorado, donde hoy visitamos las pinturas rupestres de Coacoatzintla, Veracruz.
Y recuerden amigos, para realizar estos recorridos especiales por el Veracruz no explorado, no olviden acompañarse de guías que conozcan la región y que les aseguren un regreso seguro y feliz a sus lugares de origen.
Fuente: AVC/pmc
