Afirman que 'con reliquias de San Rafael Guízar se curaron' en Veracruz

Imagen Afirman que 'con reliquias de San Rafael Guízar se curaron' en Veracruz

Por: Daniella Ovalle

Hoy 24 de octubre, la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Rafael Guízar Valencia, el V obispo de Veracruz, misionero que trabajó incansablemente en la entidad en tiempos de la persecución religiosa; afirman sus fieles que con su capa fueron sanadas miles de personas o recibieron algún tipo de milagro.

San Rafael Guízar llegó a Veracruz procedente de su natal Cotija, Michoacán, un el 3 de enero de 1920, tras ser misionero en diferentes partes del país y en Cuba, rápidamente se ganó el cariño de la población por el don de gentes que tenía y su gran vocación hacia los más necesitados, especialmente de localidades de las faldas del Cofre de Perote, en donde actualmente es recordado y venerado con gran devoción, al grado que sus habitantes acuden caminando decenas de kilómetros hasta la Catedral.

Murió en la ciudad de México el 6 de junio de 1938 y 12 años después, su cuerpo fue encontrado incorrupto y se le trasladó a la Catedral en donde hoy permanece, y a donde acuden miles de peregrinos especialmente los días 23 y 24 de octubre. 

A San Rafael Guízar se le atribuyen miles de milagros, ya que la devoción hacia él ha trascendido de generación en generación en la entidad, especialmente en Xalapa, Veracruz y la zona centro.

El milagro por el que fue beatificado el 29 de enero de 1995 por San Juan Pablo II, fue el de una mujer estéril genéticamente que concibió un hijo gracias a su intercesión; el segundo milagro por el que fue canonizado finalmente, un 15 de octubre de 2006, fue por el nacimiento de un niño que mientras se gestaba en el vientre materno, se le detectó paladar hendido y labio leporino, pero una vez que sus padres pidieron a San Rafael Guízar su intercesión, el niño nació completamente sano. 

En la capital Xalapa, existe un museo en donde permanece su ropa, zapatos y otros objetos que son considerados como reliquias ante la gran devoción hacia San Rafael Guízar; en un inicio este lugar se encontraba a un costado de la catedral metropolitana y fue reubicado en el edificio del Antiguo Oslacio, que se encuentra en el Palacio episcopal ubicado a una cuadra de la catedral, sobre la calle Juárez número 70.

Entre los creyentes, existe la devoción hacia una capa de lana gruesa, pinta, que utilizaba San Rafael Guízar, la cual era colocada sobre los fieles que acudían para pedirle milagros; miles de personas aseguran haber sido curadas luego de que se les impuso.  

Es tanta la devoción hacia San Rafael Guízar, que pequeñas partes de sus restos fueron colocados en pequeños relicarios, de los cuales  aseguran los creyentes que también han recibido milagros.

En este día los relicarios de San Rafael Guízar son venerados en los hogares en donde se encuentran por el recuerdo y gratitud hacia el incansable misionero. 

 

 

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