Las tres guerras que se han peleado en México por la religión católica

Imagen Las tres guerras que se han peleado en México por la religión católica

La Guerra Cristera fue una de las más violentas de la historia. Para la mayoría de los mexicanos el 21 de junio representa el fin de la primavera y el inicio del verano. Pero para muchas personas, especialmente católicas, este día es más que una efeméride.

Hace 91 años terminó la Guerra Cristera que ocurrió entre 1926 y 1929, un período de intensas batallas entre fieles de la Iglesia católica y el Ejército Mexicano.

Los combates se desarrollaron en casi todo el país, aunque fueron particularmente intensos en la región central conocida como El Bajío.

En la Cristiada, como también se le conoce, murieron más de 250 mil personas según documentaron historiadores.

Fue la tercera de las guerras en la historia de México donde la religión y particularmente la Iglesia Católica, tuvieron un papel relevante.

La Independencia. Cuando ocurre la guerra de Independencia, al inicio del siglo XIX, en el Virreinato de la Nueva España se vivían casi 300 años del período conocido como La Colonia.

En el territorio de lo que hoy es México existía una creciente inconformidad entre los criollos, que eran la mayoría de la población en las grandes ciudades, hacia los españoles peninsulares.

Un ambiente que también prevalecía dentro de la iglesia Católica, recuerda el especialista en religiones Bernardo Barranco.

Guerra de Reforma. A partir de 1855 se promulgó una serie de leyes conocidas como de Reforma que fueron rechazadas por la iglesia Católica.

Las legislaciones establecían, por ejemplo, la obligación de vender todas las propiedades de la iglesia, anulaba los tribunales especiales para militares y sacerdotes y establecía la libertad de opinión y de imprenta.

También se estableció la libertad de cultos y de educación, además de abolir la esclavitud en todo el país.

En los hechos implicó la separación de la Iglesia de las tareas de gobierno, pero lo que más causó inconformidad fue la obligación de vender sus propiedades.

"Se desató la furia del clero hegemónico porque la iglesia Católica era dueña de más de un tercio del territorio del país", dice el historiador Barranco.

El conflicto se profundizó cuando las Leyes de Reforma se incluyeron en la Constitución de 1857. En ese entonces el presidente de México era Benito Juárez.

 

Fuente:El Universal/Foto:Archivo

 

Editor: Redacción xeu
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