Un menor de 14 años de edad, identificado como Paquito, perdió la vida al caer del techo de bodega, a donde había subido para rescatar un balón de futbol que acababa de volar mientras jugaban en una casa contigua.
Los hechos ocurrieron hace unos días en la colonia Moderna, en el municipio de Monterrey, Nuevo León, donde José Francisco cayó de aproximadamente 10 metros al interior de una bodega.
Una familiar del ahora occiso detalló a un medio local que antes del fatal accidente, Paquito jugaba fútbol con sus primos, el balón se voló y al ir a buscarlo, sobrevino la tragedia.
"Estaba jugando Paco con los niños, estaban jugando futbol y se voló el balón para la bodega, entonces al querer ir por el balón se fue a la casa de uno de los vecinos que daba con la bodega y se pasó al techo, todas las láminas son metálicas, pero justo el tragaluz es de plástico y fue un pedazo que al parecer no estaba bien puesto, y ahí fue donde el piso y cayó".
"El balón era de uno de sus primos, entonces creo que ese fue el sentimiento de él porque se lo acababan de regalar a su primo, a lo mejor eso fue el sentimiento de, bueno, yo volé el balón, yo voy por él y al ver a su primo que estaba triste porque era su balón nuevo, fue como un bueno, yo voy por tu balón", mencionó su tía Cassandra Rodríguez.
Paquito cayó al suelo desde una altura considerable y pese a los esfuerzos desesperados por ayudarlo, el menor no pudo sobrevivir.
"Si alcanzó a pedir auxilio, mi cuñada estuvo gritándole constantemente, pero fue poco el tiempo y ya no respondió, entonces marcamos al 911 y pasó todo lo demás, llegaron ellos y confirmaron que ya no estaba con vida".
"La vecina dice que ella escuchó que gritó dos veces auxilio y mi hermano también lo escuchó y Sara, su mamá, dice que alcanzó a decirle "mamá, aquí estoy". Fue lo último que escucharon de él, porque realmente cuando pasó yo estaba en el patio y cuando yo salí, ya habían pasado 10 minutos del accidente, creo que eso fue lo último que alcanzó a decir Paquito, ya no volvieron a escuchar su voz después de eso".
El menor cursaba el tercer año de secundaria y estaba en asesorías para ingresar a la preparatoria; un niño con un futuro prometedor, noble y de gran corazón, como lo describieron sus familiares.
