Óscar Noé Medina González, alias “El Panu”, asesinado este fin de semana en la Zona Rosa de la Ciudad de México, era un mando relevante del Cártel de Sinaloa y responsable de la seguridad del grupo criminal conocido como “Los Chapitos”.
De acuerdo con reportes de medios nacionales, Medina González figuraba entre los colaboradores más cercanos de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y estuvo vinculado a los hechos del llamado “Culiacanazo” de 2019. Incluso, aparece junto a Ovidio Guzmán López durante su fallida detención en octubre de ese año, que derivó en su posterior liberación tras la ola de violencia registrada en Sinaloa.
Las autoridades de Estados Unidos lo señalaban como encargado de coordinar a mandos regionales para proteger las operaciones de tráfico de fentanilo, expandir territorios y enfrentar a grupos rivales y fuerzas de seguridad. Por esta razón, la Administración para el Control de Drogas (DEA) ofrecía una recompensa de hasta cuatro millones de dólares por información que condujera a su captura.
En abril de 2023, Medina González fue acusado en el Distrito Sur de Nueva York por delitos relacionados con el narcotráfico, posesión de armas de alto poder y conspiración para el lavado de dinero.
mb
