El calvario de las madres buscadoras se hizo más visible este Jueves Santo, cuando protagonizaron el lavatorio de pies en el altar principal de la Catedral Metropolitana de México, al ser las protagonistas en el lavatorio de pies.
El cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, ofreció ese gesto de misericordia y acompañamiento en su dolor hacia las madres buscadoras, cuya lucha es indiferente parea millones de mexicanos, e incluso para algunas autoridades.
Con este gesto, Aguiar Retes se convirtió en el primer y único cardenal en toda la historia contemporánea de México en reconocer la dimensión tan grave y dolorosa que representa la desaparición de una persona.
Aguiar Retes y el cabildo caminaron con las 12 víctimas de la violencia hasta el altar principal, donde se dio inicio a la celebración religiosa hasta que poco antes de concluir la homilía, el arzobispo primado de México destacó la necesidad de que “a pesar de las adversidades que les ha tocado vivir, Jesucristo está con ellas”.
Una a una, Aguiar Retes les lavó los pies a las mujeres que han pisado terrenos con huesos sepultados y cráneos sin identificar; lo mismo a mujeres y hombres en busca de un futuro mejor, imposible de alcanzar en su país.
También, dio consuelo a las personas rotas por el suicidio de un ser que apenas tocaba la adolescencia.
Después de la bendición a los asistentes, el cardenal, los integrantes del cabildo y las 12 víctimas de la violencia caminaron una vez más en procesión por toda la catedral metropolitana de México, sin que ninguna persona abandonara el templo.
De las 12 víctimas a las que se les lavaron los pies, cuatro eran madres buscadoras, cuatro migrantes en tránsito y cuatro familiares de jóvenes que optaron por el suicidio.
