A cuatro años de que se diera a conocer, todo apunta a que la "Estafa Maestra" -como se le conoce al desvío de 7 mil millones de pesos en el sexenio de Enrique Peña Nieto- va a quedar impune, afirma Manu Ureste, periodista y uno de los autores de la investigación.
En entrevista, el reportero afirma que esa percepción es la que genera el desinterés que ha mostrado el actual gobierno federal y la actuación de la Fiscalía General de la República (FGR), que hasta el momento no ha procesado a ningún exfuncionario por el tema.
Recordó que Rosario Robles, ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y ex secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), ambas dependencias involucradas por formar parte de la red de corrupción, no fue detenida por el desvío de recursos públicos.
Su aprehensión fue por un delito menor, el de ejercicio indebido del servicio público; en los tres años que estuvo detenida ni siquiera se le inició un juicio, y su caso se convirtió en un tema mediático y de interés político que no hace justicia al acto de corrupción.
Los otros ex servidores públicos que están acusados por la autoridad son de "medio rango" quienes solo cumplían funciones administrativas y recibían órdenes de superiores, mientras personajes con poder político en ese momento, gozan de libertad sin que tengan una investigación a cuestas.
"Está, por ejemplo, el de Luis Videgaray que era el Secretario de Hacienda, que aprobó los aumentos presupuestales en las dependencias que después desviaron dinero a empresas fantasma a través de universidades (...) Y eso nos parece grave y preocupante".
Cabe señalar que Rosario Robles, la única exsecretaria de Estado acusada por La Estafa Maestra, abandonó el penal de Santa Martha Acatitla.
“(La FGR) valoró el estado de salud de esta persona y las medidas de seguridad que garanticen su presencia en el proceso, por lo que solicitó al Juez de Control su anuencia para modificarle la medida cautelar de prisión preventiva justificada”, indicó en un comunicado.
