Protestan por llegada de Trump a Londres; otros acuden a recibirlo a Windsor (+Video)

Imagen Protestan por llegada de Trump a Londres; otros acuden a recibirlo a Windsor (+Video)

Por: Daniella Ovalle

En Londres, Inglaterra, decenas de personas se manifiestan en rechazo a la visita de Estado que realiza el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mientras que otros salieron a las calles a recibirlo.

En la puerta del castillo de Windsor, que acoge este miércoles al presidente estadounidense, más de una decena de seguidores del republicano y algún que otro detractor se han agrupado curiosos para recibirle en su segunda visita de Estado a Reino Unido, alejados por las vallas y los gruesos muros del palacio real.

Joseph Afrane recuerda perfectamente cómo Trump le saludó desde la distancia cuando fue a recibirle al Palacio de Buckingham en 2019. Este miércoles quería volver a intentarlo, ataviado en un traje y sombrero a medida con banderas estadounidenses y británicas, pero este "patriota", como se denomina, se ha quedado con las ganas, pues esta estancia real, a 40 kilómetros de Londres, está mucho más blindada y toda la visita ha ocurrido escondida dentro de sus muros y jardines.

"Estados Unidos es un buen socio y Trump nos va a traer negocios, es bueno para ambos países", dice a EFE este hombre afro, que por su apariencia ha copado la atención de las decenas de periodistas que han acudido a cubrir lo que califica como evento "histórico".

De hecho, desde primera hora de la mañana eran muchas más las cámaras, micrófonos y trípodes aglomerados en la entrada del castillo que los observadores. Pero según avanzaba la mañana, más personas han ido ocupando la calle principal, llena de tiendas de souvenirs y adornada con grandes banderas británicas y estadounidenses.

"Soy de Irlanda del Norte y he venido hasta aquí para ver a Trump, para apoyarle. Está haciendo un trabajo fantástico en EEUU y ojalá lo tuviéramos aquí como gobernante", dice a EFE Hazel Pearson, otra seguidora del estadounidense, que con una de las famosas gorras rojas de "Make America Great Again" se congrega en la entrada junto a su hija.

Narcisista y prehistórico

Ante tanta gorra roja y bandera estadounidense, quienes se han pasado por allí a mostrar su rechazo eran minoría, a pesar de que las paredes del castillo de Windsor han amanecido con una proyección gigante de imágenes de Trump y el pederasta convicto Jeffrey Epstein.

Uno de los que más destacaban, porque portaba un cuadro enorme con la imagen de Trump vestido de neardental y el rey Carlos III aupado en su espalda, es el artista Kaya Mar: "nuestro rey es una persona muy agradable al brindarle su hospitalidad, pero la verdad es que Trump es un narcisita de la Edad de Piedra, que no tiene protocolo y que lo copa todo", denuncia a EFE.

Tracy Cadas llegó temprano con su pancarta, pero apenas se ha atrevido a mostrarla, pues era la única desde temprano: "Trump, vete, hombrecillo vil sórdido", decía el cartel pintado a mano. Las protestas grandes estaban convocadas en Londres, pero ella ha preferido llegas hasta Windsor.

Esta mujer de 61 años es la primera vez que protesta por algo, pero llegada desde Washington -el británico, al noreste de Inglaterra-, asegura que "necesitaba" mostrar su rechazo porque lo considera "una persona muy peligrosa".

"No creo que esté muy bien informado y cada vez que abre su boca, la seguridad del mundo se tambalea. Una persona no debería tener tanto poder", explica Cadas.

Poco o nada que ver

A estos dos grupos se han unido también simples turistas y curiosos como Michelle Beeston, que junto a su esposo estuvo el lunes de visita al castillo y quería regresar hoy para ver lo que sucedía o si conseguían ver al presidente estadounidense o a alguien de la realeza británica.

"No creo que vayamos a ver nada", reconocía, pero al menos esperaban poder avistar el desfile de aviones militares o al Marine One, el helicóptero estadounidense que ha llevado a Trump desde Londres a Windsor.

Y eso ha sido lo único que se ha escuchado desde la distancia, acogido con algunos aplausos a su paso. Pero ni los ruidos de los cascos de los caballos de las carrozas que han llevado a Trump, los reyes y los príncipes de Gales desde la Casa Victoria a ni los 41 disparos de los seis cañones de la I Guerra Mundial que han sido efectuados en la recepción del republicano se escuchaban desde fuera.

Así que, bajo el cielo plomizo de Windsor poca ha sido la recepción ciudadana a este momento inédito, la segunda visita de Estado de Trump a Reino Unido.

EFE/ doh

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