El conflicto entre Israel e Irán es uno de los más complejos y peligrosos en la actualidad, con raíces profundas en la historia y en las tensiones regionales.
Al respecto, la internacionalista Ana Vanessa Cárdenas Zanata recordó que desde la creación del Estado de Israel en 1948, Irán y Israel han sido enemigos acérrimos.
Detalló que la tensión se intensificó cuando Estados Unidos, bajo la administración de Barack Obama, negoció con Irán para levantar sanciones económicas a cambio de limitar su programa nuclear. Sin embargo, con la llegada de Donald Trump, esas negociaciones se rompieron y se impusieron nuevas sanciones, acusando a Irán de seguir produciendo armas nucleares y beneficiándose económicamente de su programa.
Este escenario ha llevado a una serie de ataques y represalias.
"La serie de daños que se le ha hecho a las instalaciones estratégicas y armamentistas en Irán no han sido importantes. Hasta ahora no se puede hablar de que ya haya sido un éxito", dijo.
¿Se espera que disminuya la violencia?
Cárdenas Zanata indicó que la posibilidad de una disminución en la escalada de violencia dependerá de negociaciones, especialmente si Estados Unidos logra poner paños fríos en la situación.
"Es muy probable que en poco tiempo pueda lograrse alguna tregua, especialmente porque Israel necesita más que nunca a Estados Unidos, dado que tiene varios frentes abiertos, como Gaza y otros conflictos".
Pero lo más preocupante, según la analista, es que estamos en un escenario de conflicto muy delicado y riesgoso para la seguridad internacional.
"Estamos hablando de dos titanes de la energía nuclear y países que no les tiembla la mano en cuanto a un ataque", advierte.
Esto hace que la posibilidad de una escalada global sea un escenario que, aunque poco probable, no puede descartarse por completo.
El impacto de este conflicto también se siente en México y en el mundo. Ana Vanessa explica que "el alza inmediato del precio del petróleo afecta el valor de los combustibles y de cualquier producto que requiera transporte".
Además, la tensión internacional contribuye a un mundo cada vez más violento, con escenarios de violencia en Estados Unidos, Colombia y México.