El líder y legislador de la formación árabe Hadash-Taal, Ayman Odeh, denunció este domingo que la ciudad árabe de Tamra, donde ayer un misil iraní mató una madre junto a sus dos hijas y una pariente, carece de búnkeres públicos a diferencia de como Tel Aviv.
"Tamra no es un pueblo. Es una ciudad de 37.000 habitantes. Una ciudad sin refugios públicos. El alto precio de la negligencia, así como de la guerra, se revela ahora ante nuestros ojos", dijo Odeh en X.
El parlamentario lamentó que las autoridades israelíes diferencian entre "sangre y sangre" -la de ciudadanos israelíes versus la de palestinos residentes de Israel o de Cisjordania ocupada- mientras que insisitó en que la actual "amenaza de destrucción sin precedentes" no distinguirá entre unos y otros.
Esta madrugada, Manar Qassem Abu Al Haija Khatib, de 40 años, murió en un bombardeo iraní contra un edificio junto a sus dos hijas Shaza y Hala Khatib, de 20 años y de 13 o 15, respectivamente. Además otra familiar, Manar Fakhri Diab Khatib, de 40 años, también falleció, según los servicios sanitarios.
Ya durante el primer ataque directo en la historia de Irán contra Israel, en abril de 2024 y ocurrido casi dos semanas después de que Israel bombardeara la embajada iraní en Damasco (Sirira) matando a militares de alto rango y civiles; una niña de 7 años resultó herida crítica en una comunidad de beduinos en el desierto del Néguev, al sur de Israel, donde no había refugios.
La niña, Amina, vivía en una de las 35 aldeas seminómadas árabe-israelíes que no están reconocidas como tales por Israel ni cuentan con alarmas antiaéreas o búnkeres, al igual que los pueblos de mayoría árabe.
Fuente: EFE
