El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, firmó este martes una serie de órdenes ejecutivas que modifican temporalmente los aranceles del 25% aplicados a la importación de automóviles y autopartes. La medida, anunciada por la Casa Blanca, busca facilitar el retorno de la producción automotriz al país y mitigar el impacto económico sobre los fabricantes durante el proceso de transición.
La decisión responde a crecientes preocupaciones de la industria y de analistas económicos, quienes han advertido que los aranceles vigentes podrían traducirse en un aumento de precios al consumidor, una disminución en las ventas y una pérdida de competitividad de la producción estadounidense en los mercados internacionales.
Durante una comparecencia ante la prensa, el presidente Trump justificó la medida como una herramienta de apoyo temporal.
“Solo queríamos ayudarlos durante esta pequeña transición, a corto plazo. No queríamos penalizarlos”, afirmó el mandatario, quien ha priorizado la recuperación de la manufactura nacional como uno de los pilares de su segundo mandato.
En la misma línea, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, sostuvo que el ajuste arancelario tiene como finalidad facilitar la creación de empleo en el sector manufacturero y alentar a los fabricantes a establecer o expandir sus operaciones dentro del territorio nacional.
La flexibilización de los aranceles representa un giro táctico en la política comercial de la administración, que continúa apostando por el proteccionismo estratégico como motor de crecimiento económico interno. No obstante, expertos advierten que el impacto real dependerá de la capacidad del sector automotriz para responder con inversiones concretas en infraestructura productiva dentro del país.
Fuente: El Financiero
MB