Jerusalén.- El portavoz de las fuerzas armadas israelíes, Daniel Hagari, advirtió este miércoles que cualquier violación del acuerdo de alto el fuego en Líbano por parte del grupo chií Hizbulá "será respondida con fuego", al término del primer día de tregua entre las partes.
Hagari aseguró además que la aviación israelí continuará sobrevolando los cielos de Líbano para recabar inteligencia y prepararse para actuar donde sea necesario.
"La misión del Ejército israelí es hacer cumplir el acuerdo", insistió el portavoz castrense, asegurando que de no ser así atacarán. A lo largo de las negociaciones, Israel exigió en todo momento el derecho a reanudar la violencia de considerar que Hizbulá no cumplía con lo acordado.
Hagari explicó que las tropas israelíes siguen apostadas en el sur de Líbano mientras se produce la retirada gradual de los milicianos islamistas (así como de los propios soldados de Israel) a lo largo del periodo de 60 días estipulado por el acuerdo.
El portavoz del Ejército lanzó además una amenaza velada a los libaneses que están regresando a sus hogares en el sur: "Como habéis visto a lo largo de la guerra, hacemos lo que decimos. Por vuestra seguridad, llamamos a que no os acerquéis a las zonas donde están nuestras tropas. El acuerdo de alto el fuego está construido de forma gradual, os informaremos cuando podáis volver".
Esta tarde, y con tan solo media hora de margen, el portavoz en árabe del Ejército, Avichay Adraee, dijo que Israel imponía un toque de queda desde las 17.00 del miércoles hasta las 7.00 del jueves hora local (15.00-5.00 GMT) en el que prohibía a los libaneses acceder al sur del río Litani.
Tras más de un año de intercambio de fuego entre Israel e Hizbulá, en el que más de 3.500 personas han muerto en Líbano y otras 78 (de ellas, 46 eran civiles) en territorio israelí, las partes acordaron un alto el fuego que comenzó en la madrugada de este miércoles, a las 4.00 (2.00 GMT).
Antes de la comparecencia de Hagari, las fuerzas armadas informaron sobre uno de sus últimos ataques antes del inicio del alto el fuego: un bombardeo en el Valle de la Becá, cerca de la frontera libanesa con Siria, contra el mayor centro de producción de misiles de precisión de Hizbulá.
"La infraestructura de 1,4 kilómetros de longitud bajo tierra se utilizaba para fabricar misiles tierra-tierra y componentes de distintas armas, así como para almacenar distintas armas de precisión destinadas a utilizarse en ataques a Israel", recogió el comunicado castrense al respecto.
EFE/ doh