Al menos catorce jóvenes -doce de ellos, menores- murieron y otras 34 personas resultaron heridas este sábado tras la caída de un rayo en una iglesia de un asentamiento de refugiados del distrito de Lamwo, en el norte de Uganda, durante el servicio de oración, informó este domingo la Policía.
Las víctimas mortales son ocho chicos y seis chicas de entre 9 y 21 años que vivían en este campamento y "se habían reunido para rezar cuando empezó a llover sobre las 17:00 hora local (14:00 GMT), y el rayo cayó a las 17:30 (14:30 GMT)", detalló la Policía de Uganda en varios mensajes difundidos en su perfil de la red social X.
El accidente se produjo en el asentamiento de Palabek, que acoge desde 2016 a decenas de miles de desplazados, en su gran mayoría originarios de Sudán del Sur.
Los heridos, de los que la Policía no ofreció detalles, fueron evacuados a un centro de salud cercano.
Este tipo de accidentes mortales son habituales en Uganda, donde las tormentas eléctricas son frecuentes y, a menudo, imprevisibles.
En agosto de 2020, nueve niños de entre 13 y 15 años murieron mientras jugaban al fútbol por el impacto de un rayo en los alrededores de la ciudad ugandesa de Arua (noroeste).
Antes, en junio de 2011, el impacto de un rayo mató a 18 niños en una escuela primaria del noroeste de Uganda, cerca de la reserva de fauna de Karuma.
El entonces viceministro ugandés de Prevención de Desastres, Musa Ecweru, lamentó que muchos colegios y centros de salud no disponían de pararrayos.
EFE/ doh