Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París se disculparon luego de la polémica y rechazo internacional a la "La Última Cena", de Leonardo da Vinci, durante la ceremonia de inauguración, el pasado viernes.
La recreación de la pintura de Da Vinci, durante la ceremonia de apertura con la DJ y productora Barbara Butch, un ícono de la comunidad LGBTQ+, flanqueada por artistas drag y bailarines, indignó a grupos religiosos y conservadores religiosos de todo el mundo, quienes condenaron la imagen proyectada a todo el planeta.
La conferencia de obispos de la Iglesia católica francesa reprobó lo que llamó “escenas de burla” para el cristianismo, a través de su portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.
Mientras que la Comunión Anglicana en Egipto también manifestó su rechazo y afirmó que la ceremonia podría hacer que las olimpiadas pierdan su identidad deportiva distintiva y su mensaje humanitario.
Al respecto, la portavoz de París 2024, Anne Descamps, manifestó en una conferencia de prensa del Comité Olímpico Internacional que claramente, nunca hubo la intención de mostrar falta de respeto a ningún grupo religioso sino celebrar la tolerancia comunitaria y que el objetivo se logró. Por lo que si la gente se sintió ofendida, lo lamentaba mucho.
This is crazy. Opening your event by replacing Jesus and the disciples at the The Last Supper with men in drag. There are 2.4 billion Christians on earth and apparently the Olympics wanted to declare loudly to all of them, right out of the gate
— Clint Russell (@LibertyLockPod) July 26, 2024
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Reforma/ doh