El gobierno británico ha proporcionado a los colegios de Inglaterra unas nuevas pautas destinadas a frenar el uso de teléfonos móviles durante la jornada escolar como parte de un plan para "minimizar las alteraciones y mejorar el comportamiento en las aulas".
Las directrices, que no son vinculantes y han sido anunciadas por el Ministerio de Educación en un comunicado colgado en su web oficial, llegan casi tres años de que el Ejecutivo abogara por primera vez por un veto al empleo de esos dispositivos en los centros educativos.
"Los colegios son lugares en los que los niños aprenden y los móviles son, como mínimo, una distracción no deseada en las aulas", dijo la ministra de Educación, Gillian Keegan, en la citada nota.
Actualmente la situación sobre el empleo de móviles en esos centros no está clara, ya que en algunas escuelas se permite su uso durante el tiempo de recreo de los estudiantes y otras aplican un veto estricto a su utilización.
Preguntada por la BBC si el Gobierno se planteará introducir una nueva legislación al respecto, Keegan afirmó que "se valorará qué más es necesario hacer si (estas directrices) no funcionan".
Las pautas contemplan ejemplos que ilustran cómo podría alcanzarse un entorno libre de teléfonos, como una prohibición total de estos aparatos dentro de las instalaciones escolares -incluyendo durante los recreos-, o reglas que obliguen a entregar los móviles al comienzo de la jornada.
También se sugiere que las escuelas podrían permitir a sus alumnos que guarden ellos los aparatos "solo bajo la estricta condición de que nunca sean utilizados, mirados o escuchados" durante el día.
Según estas pautas, los líderes educativos de cada escuela deberían "desarrollar e implementar una política que refleje el contexto y las necesidades individuales de cada colegio".
Agregan que las escuelas tienen la obligación legal de asegurar el bienestar de sus alumnos y consideran que frenar el uso de móviles durante la jornada es "esencial" para que los profesores puedan cumplir con los objetivos académicos del alumnado.
Los directores de colegios tienen permitido registrar a estudiantes en busca de objetos prohibidos, en virtud de las normativas de los colegios, y cuentan con protección legal en caso de que sean denunciados por pérdida o daños a objetos confiscados.
Tras divulgarse estas directrices, el sindicato de la Asociación de Líderes de Colegios y Facultades (ASCL) señaló a medios locales que no esperan que estas nuevas pautas tengan un efecto discernible.
Su secretario general, Geoff Barton, comentó que "se ha perdido la cuenta" del número de veces en que el Gobierno ha anunciado medidas para atajar (el uso de los) móviles en los colegios". EFE