Cientos de combatientes ucranianos se rindieron el martes a un destino incierto después de semanas escondidos en los búnkeres y túneles bajo la fábrica de acero Azovstal de Mariupol, mientras el asedio más devastador de la guerra de Rusia en Ucrania llegaba a su fin.
Las fuerzas rusas bombardearon durante semanas con artillería Mariúpol, un importante puerto en el Mar de Azov, entre Rusia y Crimea. Tras la guerra urbana que siguió, la ciudad es un páramo.
Los civiles y los combatientes ucranianos se habían refugiado en Azovstal, una vasta planta de la era soviética fundada bajo el mandato de Josef Stalin y diseñada con un laberinto de búnkeres y túneles para resistir un ataque nuclear.
Fuente:VOA/Foto:Archivo/JAC