Tras asumir las riendas de Venezuela luego de la muerte de Hugo Chávez, Nicolás Maduro, el chófer de autobús en el servicio de Metro de Caracas, sin estudios, defiende su investidura como presidente.
Ex canciller, vicepresidente y actualmente reelecto presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, nació en un barrio humilde de Caracas en noviembre de 1962. Durante su juventud, además de tocar el bajo y la guitarra en un grupo de Rock, militó como líder estudiantil en movimientos maoístas, aunque nunca llegó a sacarse el bachiller. Según contaban algunos de sus compañeros de clase en el liceo El Valle de Caracas en el diario Últimas Noticias de Venezuela, Maduro.
Fue chófer de autobús en el servicio del Metro de Caracas durante 10 años, por lo que creó y lideró el sindicato de la compañía.
Maduro tuvo el mayor récord de ausencias al trabajo justificadas con las ventajas del fuero sindical y con un supuesto padecimiento de asma y también batió el récord de chófer que más unidades del Metrobús ha chocado en la historia de la empresa.
Conoció a Hugo Chávez cuando el hoy fallecido estaba preso por el intento de golpe de estado de 1992; Maduro fue activista y peleó por la liberación de Chávez de la Cárcel de Yare; asimismo, formó parte entre 1994 y 1997 del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200.
Fue elegido diputado del Congreso de la República en 2000 y ocupó puestos como la presidencia de la Comisión de Desarrollo Social Integral y presidente de la Asamblea Nacional, caro que le entregó su esposa, Cilia Flores, quien ostentó la presidencia de la Asamblea hasta ese momento. En 2006 fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores-, a pesar de su escasa formación en relaciones internacionales, según numerosos analistas.
No obstante, lo anterior, la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela provocó una llamativa cadena de reacciones internacionales colocó a Maduro en una lucha que lo llevó a romper relaciones con Estados Unidos.
Los mandatarios de América Latina, Estados Unidos y la Unión Europea no tardaron en sentar su posición, algunos para respaldar a Guaidó y otros para reafirmar que siguen reconociendo a Nicolás Maduro como presidente.
En general, las reacciones que se han dado se pueden reconducir a tres bloques: los que salieron a reconocer a Guaidó, los que expresaron que continúan considerando a Maduro como el presidente de Venezuela y la particular posición de la Unión Europea.
Fuente: La Silla Rota/doh/Foto: archivo