Es tiempo de clamar por la justicia, pues no ha  llegado a México y Veracruz: iglesia

Imagen Es tiempo de clamar por la justicia, pues no ha  llegado a México y Veracruz: iglesia

La Arquidiócesis de Xalapa, a través de su comunicado dominical, indicó que es tiempo de clamar por la justicia, pues ésta no ha  llegado a México y Veracruz.

A continuación, el comunicado:

La parábola de la viuda y el juez narrada por san Lucas presenta, en este domingo Mundial de las Misiones, dos dimensiones de la vida  de todo bautizado: la necesidad de orar siempre sin desanimarse y  la bondad y la justicia de Dios que  escucha a los oprimidos (Lc 18, 1-8). La mujer viuda simboliza en todo tiempo la situación límite del pueblo que exige justicia a sus dirigentes,  a pesar de que éstos se la hayan negado  sistemáticamente. Con esta pobre viuda, hoy es tiempo de buscar y clamar por la justicia, pues ésta no ha  llegado a México y Veracruz por la pérdida del sentido de Dios. Ésta pérdida esencial conduce al desprecio de la vida del hombre, a una ola de errores que influyen  negativamente en  la formación de la conciencia y de los valores, al modelo de realización equivocado con metas y aspiraciones intrascendentes, a la  cultura consumista y a un  materialismo asfixiante de  la auténtica dimensión espiritual de la persona.

Clamar por la justicia ante la violencia, la  inseguridad y la  corrupción significa manifestar con mayor claridad la alegría de ser redimidos por Cristo, poder  contemplar  desde su mirada la redención del mundo y de asumir el compromiso de ser agentes de cambio en el propio contexto existencial. Clamar por la justicia significa reconocer que en  la raíz de toda deshumanización, violencia y corrupción está el presindir de Dios y de su proyecto de salvación.

Clamar por la justicia significa la convicción de que por encima del mal que oprime al  ser humano está la acción redentora y salvífica de Dios realizada en Jesucristo. De ahí que la tarea fundamental sea  trabajar por la humanización y restauracion del tejido social, convencidos del grandísimo valor de la vida humana,  llamada a participar de la plenitud de vida divina, pues Dios desea que nadie se pierda, sino que todos se salven. En este Domingo Mundial de las Misiones, todo ciudadano está invitado  a responder  a la llamada de  plenitud de vida que Dios continúa realizando a toda persona.

Editor: Alonso Talavera Fernández
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