Mujeres víctimas de violencia se manifestaron de manera pacífica en el centro de la ciudad para exigir seguridad y justicia a las autoridades de los tres niveles de gobierno.
En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez desplegó un promedio de 200 hombres y mujeres policías antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal; en contra parte a la plaza Sebastián Lerdo y en la calle Enríquez frente a palacio de gobierno se manifestaron alrededor de 50 mujeres.
Uno de los mensajes de las mujeres durante la manifestación es que la lucha es de todas, y las exigencias se hacen en las calles, sin sentir pena de haber sido víctimas, porque el que debe avergonzarse por sus actos es “el violentador machista”.
Alrededor de las 16:30 horas, una patrulla de la dirección de Tránsito del Estado cerró el paso vehicular en el crucero de las calles Primo Verdad, Juan de la Luz Enríquez y Felipe Carrillo Puerto en el
centro de la ciudad.
En esta manifestación están congregadas las mujeres que alzan la voz por las víctimas de violencia vicaria, las sobrevivientes de feminicidios; las mujeres víctimas de violencia psicológica, económica, institucional y de feminicidios.
Después de que la Dirección de Tránsito cerró el centro de la ciudad, las mujeres manifestantes colocaron cartulinas sobre el pavimento de la calle Enríquez.
La Asociación Civil Mamá, Hijo, Hija en Libertad de Veracruz, constituida por mujeres víctimas de violencia vicaria exigieron una ley que proteja a las infancias y madres.
“Callar nunca será una opción, cuando el miedo te paraliza, el activismo te libera”, indicaron.
En su oportunidad la integrante del colectivo “Sobrevivientes del feminicidio” Ana Valderrama, informó que las mujeres están cansadas de vivir procesos dolorosos y tortuosos por la justicia tardía en México y por ende Veracruz.
“Ser mujer en este país es ser un flagelo, porque tenemos herencias machistas; somos víctimas de violencia institucional pero ya no le llamamos institucional sino tortura institucional; un proceso legal que debería tardar meses, se lleva hasta cinco años para alcanzar la justicia”, afirmaron las sobrevivientes de feminicidios.
Fuente y foto: AVC