Erika Broca fue detectada con cáncer de mama hace 9 años, desde entonces comenzó una lucha que logró vencer, pero de la que aún tiene una cicatriz que le recuerda ese difícil momento.
Fue en el 2015 que la mujer de 50 años de edad detectó los síntomas; primero notó que su pezón se le retraía, posteriormente sintió una “bolita”.
Al acudir al médico le comentaron que era probable que tuviera la prolactina elevada, por lo que le hicieron un ultrasonido, pero no para detectar el cáncer.
Por su cuenta acudió a un médico particular para quitarse la duda del padecimiento.
“El ginecólogo me mandó a hacer el ultrasonido y la mastografía, pero en la mastografía no me salía, porque antes de los 40, pues uno su seno es muy firme y difícilmente agarra ese aparato, entonces me hicieron el ultrasonido”.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le realizaron otro estudio y ahí fue que le detectaron el cáncer.
“Fue algo muy difícil, desde el hecho que te dicen que tienes cáncer, rápido las personas piensan que van a morir, pero a veces es bueno informarse, leer, platicar con tu médico acerca de las alternativas que hay y que tan importante es”, cuenta.
Padecer la enfermedad fue un reto difícil para Erika, asegura, hasta que en el 2017 la operaron para quitarle el seno, otro obstáculo que superó.
Actualmente la sobreviviente de cáncer podrá recibir una cirugía de reconstrucción de seno, con la ayuda de la asociación Mujeres Activas contra el Cáncer de Mama, (Muac) A.C y el Hospital Covadonga podrá recibir esta operación.
“Siento una gran emoción, siento que es un regalo a mi cuerpo, al poder tener esta oportunidad de poder reconstruirlo y que es una oportunidad que gracia a Dios se pudo detectar a tiempo”.
