Esperanza Hernández viste una blusa blanca con bordados azules que combina con su falda y zapatos, camina por su cuarto y plática con sus amigas que esta mañana del 17 de septiembre la vinieron a ver y a felicitarla por su cumpleaños 99.
La mujer delgada y de plática amena es un ícono de la medicina en Veracruz, pues fue la primera ginecóloga obstetra en el estado egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con casi un siglo cumplido, la mujer menudita ha vivido muchos hechos históricos como la Segunda Guerra Mundial, el derecho al voto de las mujeres en México y ha visto al puerto de Veracruz evolucionar.
“Yo entré a la preparatoria, allá en México en la UNAM y me escribí en la sección de biología, porque me iba a estudiar medicina, eso fue en el 43 y 44 y 45 ya tenía que entrar a la facultad de medicina, entonces soy la generación 1945 de la UNAM”, dice.
De mil hombres que había inscritos a la carrera de medicina, solo había 27 mujeres, desde pequeña asegura que siempre tuvo en mente ser doctora y aunque en aquellos años era poco común que las mujeres tuvieran una carrera, dice que no era imposible.
“Aquí un grupo de doctores, puros varones, había una doctora que nunca trabajó como doctora ya grande, que nunca trabajó como doctora, siempre trabajó acompañando a los doctores como partera, ahí está el rechazo de la mujer, no la consideraban capacidades para ser doctora, no sé, eso sí nunca lo indagué”, cuenta.
Afirma que al iniciar sus estudios no encontró ningún obstáculo por parte de sus compañeros hombres, fue cuando quiso desempeñar su profesión que algunos doctores no la querían, pese a eso con esfuerzo y trabajo logró el respeto de sus colegas y la población que hasta ahora la recuerda con cariño.
Pero Esperanza no solo fue doctora, realizó su especialidad en la Universidad Sorbona, en Francia, también estudió Filosofía, fue maestra e incursionó en la política.
Ahora es recordada como una mujer que luchó contra los retos de género para cumplir su sueño y meta de ser doctora.
