Son 27 pisos, los ventanales y las paredes se ensucian y el edificio tiene que pintarse, pero ¿Quién llevará a cabo esta titánica labor? parece difícil y si lo es, y siempre hay alguien dispuesto a hacerlo, pero no cualquiera lo puede llevar a cabo.
Víctor Hugo Regalado Apolinar, lleva siete años trabajando desde las alturas al cual le denomina trabajo vertical, o trabajo en altura.
“Ahorita en el edificio más alto que estado, 27 pisos que es aquí en JB, son las primeras dos torres que están ahí en Costa Verde”.
¿Esto no es fácil?
“No, al inicio así, pero pues ya sobre la marcha, pues ya se va acostumbrando uno”.
¿No te da miedo?
Pues a veces pero pues hay que hacerlo”.
Víctor Hugo, explica las herramientas que requiere para realizar su trabajo desde las alturas.
“Se puede utilizar de varias maneras, ahorita estoy trabajando con un equipo que se llama rapel, con un descensor y con un columpio, pero se puede trabajar con garruchas y con guindolas de cables de acero”.
Las cuerdas que ocupa con de 100 metros, pero si el edificio que trabajará es más alto, requiere una cuerda de mayor longitud.
“Yo creo que más de 100, 95, 100 metros más o menos”.
El trabajo en un edificio de 27 pisos, lo lleva a cabo en un tiempo aproximado de cuatro a cinco meses.
Pero hay un factor que le impide llevar a cabo su trabajo.
“La lluvia, yo creo que es lo que más me afecta en el trabajo, no se puede trabajar así, cuando hay un poco de viento sí se puede trabajar, dependiendo en el lado que estés porque hay lados dónde no da el viento y lados dónde sí, sí se puede trabajar mientras no haya lluvia y cuando las rachas de aire están totalmente fuertes”.
En este trabajo requiere de precisión, porque no hay lugar para errores, pues sería fatal.
“Si no se asegura uno en sus maniobras sí puede ocasionar un accidente a veces; unos anclajes y buenos nudos, checar todos los amarres, igual buenas líneas de vida y equipo de trabajo que estén en buen estado”.
Víctor Hugo, explica que son las líneas de vida.
“Las que uno carga, a uno lo carga y la otra es la independiente por si se llega a romper la que nos carga, ya se queda la otra de base, la que te carga tu arnés; una la que me sostiene a mí, la otra en caso de que se rompa la que me carga, ya quedo colgado con el arnés, esa es la línea de vida”.
Un primo le enseñó el oficio, trabaja con él, pero ahora que domina el trabajo en las alturas se dividen la labor, pero Víctor Hugo, quiere ir más adelante.
“Lo disfruto hacerlo la verdad entre más alto, pues mejor, tal vez en un momento poner una empresa igual de limpia vidrios; ahorita estoy con dos primos más que trabajan en lo mismo, y pues estamos viendo salir adelante, sobre los edificios, porque es nuestro ramo, trabajar a la altura”.
La altura es lo suyo, también ha trabajado en antenas de telecomunicaciones.
“Trabajamos también las antenas de telecomunicaciones, son arrastradas y las auto soportadas yo en lo personal, pues ya las he pintado y las he armado, pues ahora sí que las más altas que he subido son de 65 metros”.
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Víctor Hugo tiene familia, tiene un primogénito de siete años.
La gente lo ve y lo comparan con el hombre araña, a Luis Alfallo Herrera le impresionó al mirarlo en las alturas.
“Yo le puse ahí, mira el hombre araña no tuvo miedo por el norte y agarré, dije aunque haya norte así anda repellando”.
Víctor Hugo, cuenta con un chalán, o un compañero que le ayuda en el trabajo con algunos detalles.
Desde las alturas ha visto la zona Veracruz-Boca del Río, disfruta y valora su trabajo como pocos lo hacen, a más de 90 metros de altura, en las altas temperaturas sin la más mínima comodidad.
Y tu sentadito en oficina con aire acondicionado en la comodidad de un asiento giratorio y ya quieres renunciar…
Él es Víctor Hugo, embellece los edificios en la conurbación, en su trabajo en vertical.
