Hace cuatro años la Organización Mundial de la Salud (OMS) estaba declarando oficialmente como una pandemia al COVID-19; su director general, Tedros Ghebreyesus, subrayaba en conferencia de prensa que se trataba de un problema global y que todos los países iban a tener que poner mucho de su parte para combatir el virus.
“La pandemia puede ser controlada”, decía en ese momento el máximo responsable de la OMS quien empezó su discurso dando un áspero toque de atención: “Estamos muy preocupados por los alarmantes niveles de propagación y gravedad, y por los alarmantes niveles de inacción”.
¿Qué enseñanzas dejó el COVID-19 a cuatro años de declararse la pandemia?
El médico internista y neumólogo, Amado Ramírez, afirmó que lo más lamentable fue las miles de muertes que inicialmente ocasionó el Sars Cov-2, pese a los esfuerzos de los pacientes, médicos y científicos que intentaron poder hacerle frente a la contingencia sanitaria.
Una de las medidas más destacadas durante este periodo fue el uso correcto del cubrebocas, ya que gracias a ello se ayudó a controlar el número de casos y que las estadísticas de enfermos y muertos no se elevaran aún más.
"También debemos de aprender y es un aprendizaje importante que las instituciones de salud no están preparadas al cien por ciento; y no estamos hablando del sistema hospitalario, hay que entender que el sistema de salud está conformado por clínicas de atención primaria que no tienen adecuado personal en cuanto al número".
La vacuna contra el COVID-19 también significó un avance en el combate a la pandemia porque las dosis permitieron disminuir los riesgos de enfermedad grave e incluso de muertes; aunque el acceso a las mismas no fue tan rápido como en Estados Unidos.
Recordó que con el paso del tiempo el coronavirus se ha ido modificando pero sigue estando vigente, afortunadamente y gracias a la vacunación ya no hay casos graves, aunque las personas que tengan otras comorbilidades deben tener más cuidado para evitar complicaciones en su salud.