A través de un comunicado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), informó que la tormenta geomagnética ocurrida a nivel global, no representó graves daños a nuestro país.
En el mismo boletín, la máxima casa de estudios detallan que la tormenta comenzó de forma impulsiva alrededor de las 18:00 horas, tiempo de la Ciudad de México, y mantuvo su máxima intensidad hasta las 21:00 horas del martes.
A continuación el comunicado:
El Servicio de Clima Espacial México (SCIESMEX), del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), informa que durante la noche del 11 de noviembre de 2025 se registró una tormenta geomagnética severa a nivel global, producto del arribo de una Eyección de Masa Coronal (EMC) proveniente del Sol.
El evento fue pronosticado con antelación por el Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE/SCIESMEX) y comunicado oportunamente a través de los canales oficiales de la UNAM y Protección Civil.
Monitoreo nacional de los efectos
El sistema de observación operado por el SCIESMEX permitió caracterizar el fenómeno en tiempo real mediante distintas redes e instrumentos científicos:
La red de espectrómetros solares CALLISTO registró las explosiones en la atmósfera solar a través de las emisiones en radio.
El radiotelescopio MEXART, ubicado en Coeneo, Michoacán, detectó perturbaciones en el medio interplanetario asociadas a la EMC.
Campo geomagnético
Los datos de la Red de Estaciones Geomagnéticas de México (REGMEX) indican que la tormenta comenzó de forma impulsiva alrededor de las 18:00 horas, tiempo de la Ciudad de México, y mantuvo su máxima intensidad hasta las 21:00 horas. Posteriormente, se observó una fase de recuperación con fluctuaciones de intensidad, relacionadas con la estructura magnética de la EMC.
El evento no alcanzó los niveles registrados durante la tormenta del 10 de mayo de 2024. Actualmente continúa en proceso de recuperación y es vigilado por las estaciones de Coeneo y Teoloyucan (Servicio Magnético Nacional).
Atmósfera superior
Entre las 19:39 horas del 11 de noviembre y las 06:00 horas del 12 de noviembre, se detectaron modificaciones en la atmósfera superior (a más de 60 km de altitud), especialmente sobre el territorio sur del país (Chiapas, Guerrero y Oaxaca), aunque los efectos pudieron extenderse al resto del territorio.
Estas perturbaciones pueden provocar variaciones moderadas en el desempeño de los sistemas de navegación y comunicaciones por radio, dependiendo del tipo de señal y receptor.
Rayos cósmicos y partículas energéticas
El Observatorio de Rayos Cósmicos de la Ciudad de México detectó un incremento en partículas energéticas solares, aceleradas por la fulguración X1.2 (erupción solar muy potente) del 10 de noviembre. Posteriormente, la tormenta geomagnética ocasionó una disminución en el flujo de rayos cósmicos, fenómeno característico durante eventos solares intensos.
A diferencia del evento del 10 de mayo de 2024, este episodio combinó una disminución moderada del flujo de rayos cósmicos con la llegada de partículas solares energéticas a la superficie terrestre.
Pronóstico y seguimiento
El Sol mantiene un nivel de actividad elevado, con varias regiones activas capaces de producir nuevas fulguraciones y eyecciones de masa coronal.
De acuerdo con los modelos de pronóstico del LANCE/SCIESMEX, otra EMC podría arribar a la Tierra a partir del mediodía de hoy, lo que podría intensificar y prolongar la tormenta geomagnética en curso.
No se prevé afectación a la salud humana ni a otros seres vivos. Los posibles impactos se limitan a sistemas tecnológicos sensibles, tales como:
En caso de que esta nueva interacción produzca una tormenta geomagnética severa, existe la posibilidad de observar nuevamente auroras boreales en latitudes inusualmente bajas, como ocurrió durante el evento del 10 de mayo de 2024.
De presentarse condiciones favorables, estos fenómenos luminosos podrían ser visibles en el norte y centro del país, particularmente en zonas oscuras y con cielos despejados.
El Servicio de Clima Espacial México (SCIESMEX) mantiene un monitoreo permanente y una estrecha coordinación con sus contrapartes internacionales, entre ellas el Servicio Internacional de Clima Espacial (ISES, por sus siglas en inglés), la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), entre otras.
En caso de confirmarse una interacción significativa con la magnetósfera terrestre, se emitirá un Boletín de Clima Espacial (BOCE) con información estratégica para la toma de decisiones por parte de las autoridades de Protección Civil del Gobierno de México.
El SCIESMEX recomienda al público mantenerse atento a los avisos oficiales y evitar la difusión de información no verificada en redes sociales.