Opinión

Fuentes, informantes y filtraciones, herramientas y recursos del periodismo

Por Artillero / Moisés Hernández Yoldi


El periodista debe asegurarse de tener diversas fuentes de información, no todas las fuentes son confiables, pero mientras de más fuentes disponga, mejor informado estará. 

Las fuentes se clasifican y se les da a cada una su justa dimensión; hay que tener claro que nadie da nada sin recibir algo a cambio, las fuentes tienen sus propios intereses y motivaciones para filtrar información, por lo que es importante que el periodista evite ser manipulado.

En el oficio periodístico no hay lugar ni espacio para la ingenuidad. Sin embargo un periodista sin fuentes, es un “soldado sin fusil”. 

¿Es éticamente aceptable publicar información en base a una filtración? 

Sí, siempre que la información sea verificable, y aunque publicar o no, es decisión editorial del medio, el criterio que debe prevalecer es el del interés público. 

Casos emblemáticos. 

Muchas de las más grandes investigaciones periodísticas de la historia fueron producto de filtraciones de fuentes anónimas o encubiertas. 

En junio de 1971 empezaron a publicarse artículos en The New York Times que contenían información filtrada sobre documentos clasificados del gobierno de EEUU, en torno a la guerra de Vietnam. Posteriormente, The Washington Post comenzó también a publicar la información.

Fue el analista de las Fuerzas Armadas Daniel Ellsberg quien filtró a la prensa documentos secretos del Pentágono sobre las decisiones e implicaciones de EEUU en la Guerra de Vietnam.

Las siete mil páginas de documentos oficiales extraídas por Ellsberg revelaron algunos engaños deliberados sobre acciones de guerra ante la opinión pública. 

Sin un informante esa investigación jamás habría sido posible.

Otro caso emblemático es el del ingeniero informático Hervé Falciani, quien filtró desde su trabajo en el banco HSBC Holdings, una lista de más de cien mil posibles evasores fiscales, clientes de dicha entidad bancaria en su sucursal en Ginebra.

La información llegó a hasta las autoridades francesas. Las investigaciones periodísticas de Le Monde y del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación sacaron a la luz pública la información.

El caso es conocido como la Lista Falciani.

Finalmente, el caso más importante y emblemático en la historia del periodismo, el llamado Watergate, tuvo como pieza clave al informante conocido como “Garganta Profunda”.

William Mark Felt, Director Asociado del FBI, proporcionó información sobre el caso Watergate a The Washington Post. 

Los reporteros encargados de la investigación, Bob Woodward y Carl Bernstein, ocultaron la identidad de su informante llamándolo “Garganta Profunda”.

No fue hasta el año 2005 cuando se reveló en Vanity Fair la identidad del célebre informante. 

El caso Watergate fue un escándalo político a principios de la década de los  70s que culminó con la dimisión del presidente de EEUU, Richard Nixon.

Posdata: 

Sobre el tema recomiendo estas películas: 

Todos los hombres del presidente (All the President's Men), estrenada en 1976 y dirigida por Alan Pakula. Protagonizada por Robert Redford, Dustin Hoffman y Jack Warden. 

The Post (Los archivos del Pentágono) estrenada en 2017, producida y dirigida por Steven Spielberg; protagonizada por Meryl Streep, Tom Hanks, Sarah Paulson, Bob Odenkirk, Tracy Letts, Bradley Whitford y Bruce Greenwood. 

The Insider (El informante) estrenada en 1999 y dirigida por Michael Mann. Protagonizada por Al Pacino, Russell Crowe y Christopher Plummer.