Grupos de sudafricanos se movilizaron frente al parlamento en Ciudad del Cabo en solidaridad con los manifestantes estadounidenses que exigen justicia por el asesinato del afroamericano George Floyd, ocurrido la semana pasada en Minneapolis.
Los manifestantes llevaban carteles con mensajes como "Alto a la brutalidad policial", "Las vidas negras importan", "Silencio blanco = violencia" y "Justicia para George Floy y Collins Khosa".
Khosa era un residente del norte de Johannesburgo que recientemente falleció, luego de haber sido detenido por militares sudafricanos.
"Estamos aquí hoy para mostrar nuestro apoyo a los afroamericanos que están siendo asesinados por extremistas blancos en Estados Unidos", dijo el activista Mzimasi Sibeko al medio local The Times.
Los manifestantes exigen igualdad para todo y fin a los asesinatos raciales.
El gobierno de Sudáfrica, por su parte, emitió el martes una declaración en la que pedía a todos en Estados Unidos, especialmente a las fuerzas de seguridad, que actúen con moderación para contener la ira y la frustración de los que exigen justicia.
"La lamentable muerte de George Floyd presenta a los Estados Unidos la oportunidad de abordar cuestiones fundamentales de los derechos humanos, como la libertad, la dignidad y la igualdad", dijo Naledi Pandor, el ministro de relaciones exteriores.
Además, el gobierno recordó el apoyo que obtuvo su país de la población norteamericana cuando los sudafricanos lucharon contra el régimen de exclusión racial apartheid.
El aparteid fue el sistema político, judicial y económico que dominó Sudáfrica entre 1948 y 1992, y que promovió la institucionalización del racismo y la segregación. Así, la minoría blanca, apenas 21 por ciento de la población, gobernó completamente el país.
Con leyes y restricciones, se impidió durante 44 años, que los negros o los que tuvieran ascendencia negra, participaran en la toma de decisiones, accedieran al poder político y económico y que se relacionaran con blancos.
Fuente:Notimex/Foto:Archivo/JAC
