México es el único país, entre los seis más grandes de América Latina, que no está aplicando un paquete de estímulo fiscal para lidiar con el impacto económico del coronavirus en el sector salud, económico ni social, señaló Goldman Sachs, uno de los grupos de banca de inversión y de valores más grande del mundo.
Manifestó al diario El Economista que pese al contexto macroeconómico que se deteriora rápidamente, “la administración de Andrés Manuel López Obrador sigue siendo reacia a validar un paquete de estímulo fiscal significativo, no obstante que cuenta con un espacio fiscal mucho mayor al que tienen sus pares emergentes”.
Dijo que en un análisis sobre la respuesta que están otorgando los gobiernos de la región a la emergencia sanitaria y económica, reconocen el interés del gobierno por enfocar el apoyo fiscal en los más vulnerables, extendiendo la red de seguridad social, pero destacan que la administración no parece dispuesta a comprometer recursos públicos significativos para ayudar a las empresas del sector privado a navegar la crisis.
Golman Sachs refiere que el presupuesto federal en marcha se mantiene en supuestos subyacentes optimistas para el PIB, producción de petróleo y recaudación de impuestos, lo que dificulta su ejecución.
Al respecto, el Banco de América (BofA) consideró que el plan económico de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para enfrentar la emergencia presiona más el riesgo de una contracción histórica en el Producto interno bruto (PIB) de 8 por ciento, acelera la posibilidad de más recortes de calificación soberana en un momento donde el Banco de México (Banxico) tiene menos espacio para recortar la tasa.
Ambos grupos bancarios estimaron que el plan de AMLO es procíclico, sin ningún nuevo apoyo para empresas o personas directamente afectadas por la emergencia y previeron que vendrán más recortes a la calificación crediticia de México.
Asimismo, estimaron que sin estímulo fiscal que pueda limitar la caída, el deterioro de la actividad económica pondrá en riesgo también al desempeño esperado para el 2021 que ellos prevén de 4.5 por ciento.
Fuente: El Economista/foto: archivo
