La última década ha sido positiva para la industria de la moda mexicana ya que, aunque nuestros productos todavía no compitan de manera directa con los de Europa o Estados Unidos, son cada vez más las personas que deciden comprar prendas de vestir que no solo sean elaboradas en nuestro país, sino que también sigan estilos representativos de nuestro folclor (1).
Aunque la evolución de nuestro profesionales fuese vital, la realidad es que la masificación en el uso de Internet para poder comprar y vender productos provenientes de cualquier parte del mundo ha sido parte esencial de este proceso.
Para entender cómo se ha vivido esta evolución, es necesario conocer lo siguiente:
1. Crecimiento de la industria de la moda
Ya para el año 2017 se veía un incremento de más de 5% en la producción de ropa mexicana, con los representantes del sector afirmando que se debía a una mayor implementación de las nuevas tecnologías, canales de distribución y redes sociales en el proceso de elaboración y comercialización de prendas nacionales (2).
Años más adelante se revelaría que la industria textil estaría mostrando un fortalecimiento estable con el pasar del tiempo, con el crecimiento registrado en el 2019 siendo de 1.6%. Es importante destacar que la industria de la moda no solo estaría compuesta por la elaboración de prendas de alta gama, sino también por la producción de insumos, procesamiento de materiales, e incluso mano de obra.
2. Exportación y reconocimiento
De acuerdo a declaraciones de los cofundadores de Colectivo Diseño Mexicano (CDM), la moda mexicana ya no solo sería parte del día a día de los consumidores nacionales, sino que estaría comenzando a posicionarse entre los compradores del extranjero. Afirman que esto se debe a que nuestros diseñadores tendrían un enfoque mucho menos fast fashion, y mucho más especializado.
Sin embargo, es gracias al comercio electrónico (que permite que los compradores extranjeros conozcan los diseños locales y tengan la capacidad de adquirirlos de forma casi instantánea) lo que ha posibilitado que nuestras marcas y diseñadores realmente puedan posicionar sus productos en otros países.
De este modo, cualquier persona que quiera comprar productos mexicanos simplemente debe estudiar los catálogos de Andrea, Cklass, Price Shoes (o cualquier otro minorista), y realizar su compra a través de Internet (3).
Esto no solo se ha visto en nuestro país, sino en toda la región, con países como Colombia, Argentina, Brasil, Ecuador, Chile y Perú logrando dar a conocer sus productos a pesar de las limitaciones que cada uno de estos enfrenta. Es de esperarse que en la próxima década veamos una industria de la moda mucho más influenciada por las tendencias que se desarrollen en nuestra región.
3. E-commerce México 2020
Para finalizar este tema, es necesario conocer también cómo evolucionará el comercio electrónico a lo largo del año que está iniciando, cosa que es posible gracias a distintos reportes que indican algunas de las tendencias que han venido surgiendo en los últimos meses, y cómo estás se asentarán definitivamente en el primer semestre del 2020.
Expertos sugieren que el e-commerce mexicano durante el 2020 será de los comerciantes y marcas, no de los consumidores, es decir, ya no se trata del interés de los compradores en optar por este canal de ventas, sino de la capacidad de los empresarios de adaptarse a las necesidades de una comunidad cada vez más grande (4).
Así, es de esperarse que durante el 2020 veamos una expansión en el uso de métodos de pago alternativos, una mayor inversión en todo lo relacionado a la atención al cliente, y una profesionalización de las comunicaciones comerciales por parte de las marcas que comienzan su proceso de digitalización.
Fuentes:
(1) Reporte sobre la expansión global de la moda latinoamericana, publicado por connectamericas.com
(2) Reportaje sobre el incremento en la producción textil mexicana, publicada en fashionnetwork.com
(3) Perfil de minorista Andrea en el sitio Kimbino.mx
