La supercomputadora anunciada por el gobierno federal —que se espera esté lista en dos años— promete multiplicar la capacidad de procesamiento científico del país, según explicó el especialista en ciberseguridad Hiram Alejandro Camarillo.
En entrevista para XEU, el experto explicó que su principal diferencia frente a una computadora convencional es la velocidad y el volumen de información que puede manejar en lapsos muy cortos.
Camarillo explica que cálculos que hoy tardan horas o incluso años en equipos comunes podrían resolverse en segundos o minutos gracias a la potencia del nuevo sistema. Para dimensionarlo, compara una computadora doméstica con un camión de basura y a la supercomputadora con un cohete capaz de mover grandes cargas en un instante.
El experto descarta que el equipo vaya a emplearse para vigilancia. Señala que, al igual que otras supercomputadoras existentes en México, su uso principal será científico y de investigación, como modelado de yacimientos, desarrollo de vacunas, predicciones climáticas o análisis masivo de datos.
El SAT, por ejemplo, podría utilizarla para procesar miles de millones de transacciones en menor tiempo, pero no para monitorear individualmente a contribuyentes.
Entre los beneficios para la ciudadanía, destaca la posibilidad de impulsar avances en salud, tecnología y proyectos académicos, pues investigadores independientes podrían solicitar acceso para ejecutar modelos complejos.
Camarillo advierte, no obstante, que aunque hoy tendría nivel de top 15 mundial, la supercomputadora podría quedar rezagada cuando sea concluida debido al rápido avance tecnológico. Aun así, considera que, si se concreta, representará un avance relevante para el país.
