Las tormentas invernales ocurren en la transición entre otoño e invierno, la cual se asocia a lluvias, caída de agua, nieve y fuertes rachas de viento, así como descenso de la temperatura, sobre todo en el norte del país, mientras que en Veracruz los efectos indirectos se manifiestan en las altas montañas.
El meteorólogo Silvano Pozos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dijo que en las montañas Cofre de Perote y Pico de Orizaba es donde se pudieran manifestar algunos efectos indirectos de las tormentas invernales, que pueden favorecer nevadas. Otras zonas podían ser la Sierra de Huayacocotla donde puede haber agua nieve o heladas.
Sin embargo, en zonas costeras y tropicales no hay algún efecto directo de las tormentas invernales.
Dijo que con respecto a la climatología, se están registrando anualmente entre 10 y 11 tormentas invernales, pero para este año se tienen consideradas 7; dijo que para este año la tendencia es a la baja.
Se tiene pronosticado que haya una tormenta invernal en noviembre, que ya ocurrió, una en diciembre, dos en enero y tres en febrero.
El meteorólogo Silvano Pozos dijo que las tormentas invernales son pronosticables, pero todo pronóstico tiene su margen de error o de incertidumbre, pero los análisis que realiza el servicio meteorológico nacional, cada vez toma en cuenta más variables, que ayuda a mejorar las proyecciones.
Las tormentas invernales afectan mayormente a estados del norte del país como la península de Baja California, Sonora, Durango, Chihuahua, así como Nuevo León.
Son típicas las nevadas en la Sierra de Chihuahua y la Sierra San Pedro Mártir, que reciben los mayores efectos de las tormentas invernales.
Recomendó a la población sobre todo del norte del país estar atentos a los pronósticos del estado del tiempo, para tomar las debidas precauciones ante los cambios climatológicos y sus efectos.