Papa llega a Amazonía peruana para reunirse con indígenas y católicos

Imagen Papa llega a Amazonía peruana para reunirse con indígenas y católicos

El Papa Francisco aterrizó hoy a las 10:02 (17:02 GMT) en el aeropuerto de la ciudad amazónica de Puerto Maldonado, en el sureste de Perú, donde se reunirá con representantes de decenas de etnias de la Amazonía para invocar la defensa del medioambiente.

Francisco, quien llegó la víspera a Perú procedente de Chile, fue recibido por el obispo del vicariato de Puerto Maldonado y cuatro niños al pie del avión, en un clima nublado, pero de casi 30 grados de temperatura.

En pocos minutos, mantendrá un encuentro en el Coliseo de Madre de Dios (región de la que Puerto Maldonado es capital) con indígenas de Perú, Bolivia y Brasil, antes de visitar un orfanato y celebrar un encuentro con la población local. Volverá a Lima a las 16:10 locales (21:10 GMT).

Se prevé que el pontífice, cuyo papado ha estado marcado entre otros aspectos por la causa ambiental, realice un incisivo discurso criticando la explotación masiva de los recursos naturales que destruye la Amazonía, la mayor selva tropical del planeta que perdió ya el 20 por ciento de sus bosques por la tala, la minería y la agricultura industrial.

“Espero que defienda la naturaleza. Es el momento”, explicó a Notimex el padre boliviano Fernando, quien viajó desde la región de Panda, al norte de Bolivia, durante más de diez horas para ver al pontífice.

En las calles de esta pequeña urbe de unas 60 mil personas la población se preparaba para saludarlo en su recorrido en papamóvil, mientras la meteorología –que amenaza con precipitaciones torrenciales en la estación actual de lluvias- parece que se mantendrá apenas nublada.

El viaje a Madre de Dios, una región al sureste de Perú que hace frontera con Brasil y Bolivia, es una zona que ha sufrido durante el último siglo el duro impacto de los ciclos de los recursos naturales, desde el del caucho a inicios del siglo XX a la madera y actualmente el oro.

Este departamento es un lugar emblemático del daño humano al planeta: los cauces de los ríos en la región son ricos en oro, y se estima que por lo menos 40 mil personas viven directa o indirectamente en Madre de Dios de la minería, que ha dejado sin embargo una profunda huella medioambiental y social.

Las estimaciones por satélite indican que más de 70 mil hectáreas de bosque fueron arrasadas, mientras el uso extendido de mercurio para separar el oro de la tierra ha contaminado cauces de agua y parte de la selva.

Al daño medioambiental del uso sobre todo de mercurio para separar el oro de otros metales se suma la prostitución, el tráfico de personas, la violencia, el contrabando y la corrupción en una región que la propia autoridad peruana califica de “tierra de nadie”.

 

Fuente:Notimex/Foto:Notimex/JAC 

Editor: Redacción xeu