Xalapa, Ver.- La Secretaría de Salud deberá comprobar que las pruebas rápidas de VIH que aplicó a mujeres embarazadas no pertenecían al lote de 70 mil que se detectaron defectuosas o de lo contrario se enfrentará un problema severo en materia de salud, expresó Patricia Ponce Jiménez, integrante del Grupo Multisectorial Vih.
En entrevista explicó que durante la gestión de Pablo Anaya, la Secretaría compró 70 mil pruebas rápidas de VIH específicamente para aplicarlas a mujeres embarazadas, las cuales fueron detectadas como defectuosas cuando se les "testeó" y se exigió que no fueran aplicadas, pues daban resultados "falsos negativos".
Dijo que en su momento el Laboratorio Estatal de Salud Pública avaló esas pruebas que el Grupo Multisectorial rechazó por comprobar que no daban los resultados correctos, sin embargo la dependencia no informó cuál fue el destino de estos materiales.
Dijo que por ello la Secretaría de Salud, en este momento, debe acreditar que esas pruebas no fueron utilizadas, pues de lo contrario tendrán que buscar a todas aquellas mujeres embarazadas que en ese momento fuero sometidas a esas pruebas y verificar su estado de salud.
Esta situación es un problema severo, pues además pone en duda el trabajo que se ha llevado a cabo en materia de prevención.
Fuente: AVC Foto: Archivo
